RAMÉ

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Después de que Harry hablara conmigo para relajarme conduje a toda velocidad a casa donde esperaba ansiosa a Jake, temía por el y  por toda la manada. Salí por un momento de la casa entrando nuevamente al bosque quería despejar mi mente y estando en el bosque lo conseguía. Me senté en las raíces de un árbol, escuche una rama romperse, supuse que era un animalito o alguno de la manada ya que no dudaba que ya hayan acabado con el chupasangre, un gruñido leve se escuchó pero no me espanté hasta que tuve frente a mi a quien había gruñido momentos antes.

Me congelé en mi lugar, no era ninguno de los de la manada ya que no identificaba al enorme lobo que salio de los arbustos frente a mi ni su aroma, pero lo que más hizo sorprenderme fueron los ojos de aquel lobo, esos ojos que no había visto hace nueve años. El lobo me veía de la misma forma que yo mientras se acercaba a mi de forma lenta, sentí el hocico del lobo frente a mi temía a que me comiera o me volviera a lastimar así que solo cerré los ojos pero ningún movimiento amenazante vino de aquel lobo frente a mi, al abrir mis ojos vi que lamia la marca que me había dejado en el brazo izquierdo. 

-Lamento haberte lastimado, pero debían saber quien eres-

-¿Saber quién soy? ¿Quienes?, Haber espera ¿Cómo es que te entiendo? Si eres un lobo y ninguno de los dos es de la manada-

-Por que tu no eres como los de la manada, tu madre iba a decirte y prepararte para esto antes que el consejo lo hiciera, lamentablemente eso no será posible, pero si es cierto que eres idéntica a ella a de haber dejado algo para ti- 

-¿Dejar algo?- El lobo frente a mi asintió -¿Pero que habrá... Dejado?-

-Sabía que lo hallarias, eres igual a ella-

-La caja- Me miró algo extrañado -Emmm papá hace unos días estaba viendo una caja que tenía el nombre de mamá quizá este ahí lo que tu dices que dejó preparado, pero si papá lo estaba viendo es que el ya sabe, ¿Verdad?- Solo vi cómo movió la cabeza de forma aprobatoria.

-Emar Black escucha me atentamente, tienes que estar lista para lo que viene- Dijo mientras pasaba a mi lado y se iba.

-Espera, no entiendo nada ¿Lista para qué?- El gran lobo parecía ignorar lo que le decía -Oye no puedes venir y a decirme cosas sin sentido y después irte- Seguía ignorando me -Espera- Ya había perdido de vista al enorme lobo.

Al regresar a casa vi a Jacob saliendo para irse a su guardia corrí a abrazarlo tan fuerte como podía, en fin a el no le lastimaría, no sabía cuánto tiempo había estado fuera que ya había anochecido.

-Emar, ¿Qué haces aquí afuera en la noche?, No puedes ir al bosque y menos ahora-

-Lo sé pero es que...- No sabía si decirle o no, primero tenía que hablar con papá del enorme lobo con el que me encontré y de lo que mamá me había dejado -Quería pasear un rato-

-Cuando quieras pasear hazlo con alguno de nosotros, ash voy a odiar decir esto pero dile a Embry cuando quieras salir ¿De acuerdo?- Asentí con la cabeza, no me gustaba la idea de un niñero pero con la tal Victoria sin poder atrapar es mejor no arriesgarse -Bien ahora entra a la casa, yo ya me tengo que ir-

Al entrar vi a papá en llamada con Harry , me dirigí cuidadosamente a la habitación de el y tomar la caja y llevarme la a mi habitación. En ella había un montón de cosas, un álbum con fotos de mamá con papá de jóvenes y después de casarse, mis hermanas de niñas cuidando a un Jacob bebé, a papá y a Jake pescado y mamá conmigo en brazos dormida.

Fue algo muy lindo hasta q vi una foto que me llamó la atención. Era mamá jugando con mis hermanas, Jake y yo en el patio dándole la espalda al bosque pero eso no fue lo que me sorprendió sino que en el bosque se veía a aquel lobo asomado aunque para ser sincera era algo de difícil de ver. Vi la fecha en la que fue tomada la foto y era de unos días antes que pasará el ataque.

Seguí viendo la caja y encontré un libro que decía "Ramé", en el hablaba de los alfa y su labor con la manada pero de todos ellos había uno es especial, solo el puede hablar con los ancestros, cambiar de tamaño a un lobo normal para unirse a con su lado animal, Alfa y guardián de cada alfa y manada, lo que identificaba a ese gran Alfa en su forma humana y transformado era un rasguño en su hombro derecho echo especialmente por un alfa.

Cuando cambié de página para seguir leyendo una carta con mi nombre escrito en el se resbaló del libro. Papá al terminar su llamada y verme con el libro, la carta abierta y la foto en las manos parada frente a el pareció entristecer lo un poco.

-Mi querida y más pequeña hija, creí que podría alejarte de todo esto por mucho tiempo pero creo el tuvo sus razones para presentarse ahora- Soltó un suspiro pesado y melancólico -Ven, hay que llamar al consejo-

...

Querida Emar...

Se que todo lo que sucede es difícil de entender pero quiero que seas valiente mi niña ya que lo que viene no será fácil.

Cambiaras al mundo hija mía; Se que suena difícil y algo escalofriante pero tu tienes el poder, vienes de un linaje de alfas y talvez yo no te pueda ayudar en como manejar una manada mucho menos a grandes masas como el pero el amor, determinación y esperanza es algo que te puedo enseñar.

Se que cumplirás tu promesa y lo que es más importante para ti, encontraras tu propia felicidad. 

Mi pequeña Emar, o más bien dicho mi pequeña gran Ramé.

Con amor, Mamá ♡