𝐃𝐎𝐒

521 24 1
                                    

★ ☆ ✦ ✧ ✩ ✶





𝐍𝐚𝐫𝐫𝐚 𝐄𝐥𝐞𝐧𝐚



Mi avión aterrizó en Ibiza, a pesar de que el vuelo había sido relativamente corto, me sentía agotada. No había logrado dormir nada, gracias a los nervios y la emoción que bullían dentro de mí. Mientras esperaba a que las puertas del avión se abrieran, miré por la ventana y me maravillé con la vista de la isla.

Al salir, arrastrando mi maleta, vi a Pablo esperándome con una sonrisa amplia y los brazos abiertos. Corrí hacia él y nos abrazamos con fuerza.

—¡Bienvenida a Ibiza, Enita! —exclamó, liberándome del abrazo y tomando mi maleta.

—Estoy super emocionada por estas vacaciones —respondí, sonriendo mientras caminábamos hacia el coche.

Durante el trayecto a la casa que habían alquilado, Pablo y yo charlamos animadamente. Me contó sobre lo increíble que había sido hasta ahora, las playas hermosas, la comida deliciosa y lo mucho que todos estaban disfrutando.

—Fermín y Pedri siguen durmiendo, Ferran y Sira son los únicos madrugadores aparte de mí.  —dijo Pablo.

—Eso no me sorprende, Fermín siempre ha sido un poco perezoso para despertarse temprano. —dije.

—Sí, bueno, ya verás. Te esperan muchas risas y buenos momentos —dijo Pablo, mirándome con una sonrisa que dejaba entrever algo más. Siempre había sido observador, pero esta vez, decidí no darle importancia.

Llegamos a la casa, una villa preciosa con vistas al mar. Pablo me guió hasta el interior, donde Ferran y Sira estaban en la cocina, preparando el desayuno.

—¡Elena! —exclamó Sira, abrazándome—. ¡Qué bueno que ya llegaste!

—¡Hola chicos! —saludé, sonriendo mientras recibía el abrazo de Ferran también.

—Estamos preparando café y algo de comer. ¿Te apetece? —preguntó Ferran.

—Gracias, pero creo que necesito dormir un poco. No he pegado ojo en todo el vuelo —admití, sintiendo el cansancio caer sobre mí de repente.

—Claro, ve a descansar —dijo Sira con una sonrisa—. Te guardamos algo para cuando te despiertes.

Pablo me llevó a la habitación que habían preparado para mí. Era acogedora y tenía una vista espectacular del mar. Me tiré en la cama, sintiendo cómo el cansancio me envolvía.

—Nos vemos en un rato —dijo Pablo, cerrando la puerta.





. . . . . . . . . . 

𝐍𝐚𝐫𝐫𝐚 𝐅𝐞𝐫𝐦𝐢𝐧



Fermín se despertó con el sol filtrándose a través de las cortinas de su habitación. Se estiró perezosamente, disfrutando de la sensación de estar de vacaciones, sin prisas ni obligaciones. Después de unos minutos, se levantó y se puso una camiseta y unos pantalones cortos antes de bajar las escaleras.

Al llegar a la cocina, encontró a todos ya despiertos. Ferran y Sira estaban en la mesa, disfrutando del desayuno, mientras que Pedri y Gavi charlaban animadamente.

—¡Mira quién decidió unirse a nosotros! —exclamó Gavi al ver a Fermín—. ¿Has dormido bien, dormilón?

—Sí, sí, muy gracioso —respondió Fermín con una sonrisa mientras se servía una taza de café—. Necesitaba recuperar el sueño perdido.

𝐈𝐁𝐈𝐙𝐀 || 𝐅.𝐋𝐨𝐩𝐞𝐳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora