𝐓𝐑𝐄𝐂𝐄

308 22 0
                                    



 ★ ☆ ✦ ✧ ✩ ✶




𝐍𝐚𝐫𝐫𝐚 𝐄𝐥𝐞𝐧𝐚



Ambas estábamos en el cuarto de Sira, rodeadas de ropa, tratando de decidir qué ponernos para la salida de esa noche. Yo estaba sentada en la cama, rodeada de prendas descartadas, mientras Sira, que ya había elegido su atuendo, se maquillaba con precisión frente al espejo.

—No sé qué ponerme —dije, frustrada, mirando una y otra vez las opciones sin poder decidirme.

Sira, notando mi frustración, dejó de maquillarse y se acercó a mí con una sonrisa.

—Relájate, Elena. Vamos a encontrar algo perfecto.

Ella rebuscó en su bolso, sacando un conjunto de top y falda super lindos de color blanco. Me lo mostró con una expresión triunfante.

—Póntelo. Con el moreno que has tomado estos días por el sol, te vas a ver hermosa.

Suspiré, un poco indecisa, después de pensarlo un rato, decidí probármelo confiando en el buen gusto de Sira. Me miré en el espejo y, para mi sorpresa, me gustó lo que vi. El conjunto resaltaba  y me hacía sentir segura.

—Wow, te ves increíble —dijo Sira, aplaudiendo con entusiasmo—. Si Fermín no cae rendido esta noche, yo aprovecharé la oportunidad— dijo guiñándome el ojo en broma.

Me reí, mientras ajustaba el top.

—Bueno, aún no nos hemos besado —admití, sintiendo un leve sonrojo en mis mejillas.

Sira quedó sorprendida, abriendo los ojos con incredulidad.

—¿En serio? —exclamó—. Pensé que después de todo lo que ha pasado, ya habría ocurrido algo.

Asentí, sintiendo una mezcla de nervios y emoción.

—Sí, hemos hablado mucho y hemos tenido acercamientos que antes no, pero aún no ha pasado nada más.

—Bueno, esta puede ser la noche —dijo Sira, guiñándome un ojo y regresando a su maquillaje—. Solo disfruta y déjate llevar.

Sonreí, sintiendo una ola de confianza. Tal vez esta noche sería especial, y no podía esperar para ver qué sucedía.



                                                                                . . . . . . . . . .



𝐍𝐚𝐫𝐫𝐚 𝐅𝐞𝐫𝐦𝐢𝐧



Estábamos en el patio, ya listos y esperando a las chicas. La música de fondo acompañaba nuestras risas mientras tomábamos unos tragos para ambientarnos para la noche que nos esperaba. Ferran fue el primero en notar la llegada de Sira y Elena. Se giró y caminó hacia Sira, dándole un beso.

Me giré para mirar y quedé completamente embelesado al ver a Elena. Se veía como una puta diosa, el conjunto blanco resaltaba su bronceado de una manera espectacular. Mis ojos no podían evitar recorrer su cuerpo, deteniéndose en cada detalle. Ella se acercó a paso lento, con una seguridad que me dejó sin aliento, hasta llegar a nosotros. Dio una vuelta y nos sonrió, preguntando cómo se veía.

𝐈𝐁𝐈𝐙𝐀 || 𝐅.𝐋𝐨𝐩𝐞𝐳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora