Vistazo al Futuro (Editado)

Marineford (Editado)

Crédito a kaballero por el vídeo y la letra del rap
Sin más que añadir comencemos

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— Serendipia, sabes lo que causará lo que estás por mostrar — añadió shirohige, sin dejar espacio para juegos. El caracol lo miró y asintió con la cabeza.

—Espero que esto sea solo una mentira de ese caracol — dijo Thatch con una voz tétrica y carente de emociones, lo que solo provocó más tensión y miedo entre los presentes.

— ¿Pero por qué provocar así la ira de Oyaji? — preguntó Curiel, incrédulo, incapaz de llegar a una respuesta lógica.

— La marina se ha vuelto loca, eso es todo — afirmó Jozu, molesto.

— Cállense, que está continuando — avisó Namur, y todos le prestaron suma atención al vídeo en la pantalla de ese extraño Caracol de nombre Serendipia (Destinado a ocurrir).

“Los Almirantes, los Shichibukai, todos están aquí”

— Vaya, reunieron un gran grupo —comentó Haruta.

— Si quieren vencer a Oyaji, necesitan más que eso — dijo Fossa, molesto.

— Aún no entiendo por qué quieren ejecutar a nuestro hermano — dijo Curiel, confuso. — ¿Qué gana la marina con todo esto?.

— Si seguimos viendo, lo descubriremos — dijo Blamenco, decidido.

“Niega rotundamente ser el legítimo hijo del rey, pues su único padre se cierne encima del Moby Dick”

— Es el hijo de Roger — dijo Haruta, con sorpresa en su voz.

— Ya comprendo todo, maldita marina — dijo Curiel, que si ya estaba molesto, ahora lo estaba al triple.

— Solo lo quieren matar por lo que representan su sangre — anunció Marco, serio y frío, mirando la pantalla.

— No importa de quién eres hijo, todos somos hijos del mar — dijo Shirohige, tratando de calmar su Haki para no afectar a sus hijos, pero estaba furioso.

Cuarenta y tres barcos piratas aparecieron en un segundo. Ese hombre tiene el poder de destruir todo el mundo. Aokiji congeló las olas, se formaron murallas y el océano ahora sería el campo de batalla.

— Oyaji, es genial — dijo Thatch, con una voz alegre que tranquilizó un poco a todos. Su voz era la mejor medicina para ellos.

— Jaja, parece que todos nuestros aliados están presentes —  dijo Atmos, con una sonrisa en el rostro.

— Aokiji, aún está con la marina — dijo Vista, con duda en su voz.

Un corte largo es débil en contra del diamante de Jozu. Y donde Marco, el fénix, marca, este apaga el luminoso. Un iceberg gigante será peligroso, pero Akainu con su magma lo separa en trozos.

—¡Eso es, Jozu! —los gritos de aliento para su hermano hacen sonrojar al mencionado.

—¡Wouu! ¿Acaso ese es nuestro hermano? ¡Tú puedes, Marco! —Marco infla el pecho con orgullo, le encanta recibir elogios como esos de parte de sus hermanos.