Puño de Fuego ¿Garp? (Editado)

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— Calma, calma chicos - pedía el hombre mayor, su voz grave resonando en el aire helado de la isla.

—Aún que yo también estoy emocionado, no podemos estar seguros de que lo que vemos es real — dijo un poco decaído Curiel, cruzando los brazos mientras miraba fijamente la pantalla del caracol que mostraba imágenes difusas.

—Es verdad, hasta ahora solo tenemos conjeturas - afirmó Haruta, tirando el ánimo del resto al piso, como si su pesimismo fuera un peso que aplastaba cualquier atisbo de esperanza.

—Pero, pero Oyaji - miró con tristeza Thatch a su padre, sus ojos reflejando una mezcla de deseo y preocupación. Los demás comandantes también miraron suplicantes, como si sus vidas dependieran de la respuesta del capitán.

—Veamos quién es y después tomaremos una decisión - ordenó el capitán con firmeza, su voz era un ancla en medio de la tormenta de emociones.

Los comandantes sonrieron, un rayo de luz en la penumbra. Desde Oden, nunca hubo un buen navegante que tomara el puesto de comandante, y ellos lo deseaban con todo su corazón.

—Capitán, ¿a dónde vamos? - preguntó un chico de cabello azul con una máscara negra, temblando de frío a pesar de la emoción que le provocaba la situación.

—Escuché que él se encuentra en esta isla - respondió un borroso chico con un sobre vaquero naranja, su voz un poco temblorosa.

—Ooh, es un capitán de su propio barco - gritó emocionado Izo, junto a Thatch que parecía brillar de la emoción.

—¿A dónde se dirigen? - preguntó Marco a nadie en específico, sus ojos fijos en la imagen de la isla nevada que se proyectaba ante ellos. Los demás también se lo preguntaban, pues el sitio parecía más un lugar de leyenda que una realidad.

—No sé, no se le ve el rostro claramente - dijo Fossa, un poco enojado. Quería ver a su hermano, y la incertidumbre le provocaba inquietud. Shirohige observaba todo con suma atención y curiosidad.

—¿A quién estamos buscando, capitán? - el mismo chico de máscara preguntó detrás de él, mientras un grupo de jóvenes se quejaba del frío, amenazando a su capitán con hacer una revuelta si no encontraban refugio.

—Parecen buenos niños - expresó su opinión Shirohige, con una sonrisa que iluminaba su rostro. —¿No lo crees así, Marco? - preguntó a su hijo, quien, a pesar de la tensión, no pudo evitar sonreír ante la escena.

—Sí, Oyaji - Marco, el fénix, miró con ternura a sus futuros hermanitos, aunque una vena en su frente delataba su preocupación. Sabía que esos chicos podrían ser un dolor de cabeza seguramente.

—Parece que tendrás más trabajo - se burló Blamenco de su hermano, mientras miraba a Thatch celebrando. Por lo visto, esos chicos eran de los suyos, unos completos revoltosos.

—¡Cállate, yoi! - gritó molesto Marco, pero el vídeo lo interrumpió.

—Necesito verlo, a ese pirata - dijo, mirando la entrada de una cueva y una sonrisa brillante iluminaba su rostro, aunque su cara estaba cubierta por su sombrero. —Hablo del Yonkou Akagami no Shanks - pronunció con alegría, el terror en la cara de sus compañeros era visible.

En la sala de reuniones del aclamado hombre más fuerte del mundo, un silencio sepulcral fue roto por el terriblemente ruidoso grito del comandante de la cuarta división, Thatch.

—¡Eso es peligroso! - expresó, como si las personas en la pantalla del caracol pudieran oírlo. Mencionó una y mil razones para no meterse con el joven emperador, sus hermanos estaban intranquilos ante lo que veían en la pantalla.

Vistazo al Futuro (Editado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora