Luego de ese beso no eran algo, pero tampoco nada. Ellas estaban en la muy incómoda y despreciable mitad.
- Iremos al estudio, pero no te pintaré aún. — Murmuró Rai mientras caminaban hacia la puerta del fondo tomadas de las manos.
- ¿Sabes que eso significa que no me verás desnuda?
- Si. — Afirmó. — Y realmente no me importa. — Agregó con cierta indiferencia.
- No puedo creer que hayas dicho eso...
- Yo tampoco. — Dijo con una dulce sonrisa, su mirada avergonzada fijándose unos segundos en el suelo. — Realmente debo quererte mucho.
Y, sin permitirle decir nada más, Rai la arrastró hacia el interior de la habitación que Alondra ya conocía.
- ¿Qué haremos ahora, Rai? — Quiso saber con cierto nerviosismo. — Si quieres ir directamente al próximo paso debes saber que no estoy lista y...
- ¡Alo! — La reprendió. — Solo quiero hablar... no quiero tener sexo contiguo aún. Yo tampoco me siento preparada, y es extraño. Desvestirme frente a los chicos que encontraba como mis modelos no era tan difícil.
- ¿Jamás has estado con mujeres? — Preguntó mientras se sentaba en la cama, adoptando la típica pose seductora que usaba cuando Rai la pintaba. Y no lo hacía para provocarla, sino porque ya estaba acostumbrada a hacerla. — Siempre te refieres a ellos, pero nunca a ellas.
- Hubo varias; la mayoría prostitutas... pero con ellas era distinto, pues cuando teníamos sexo sí lo quería. Me arrepiento de haber estado con ellos, Alo, pero no con ellas.
- Lo comprendo... — Murmuró, y era cierto.
Y dolía aunque aquellas relaciones fuesen cosa del pasado.
Dolía porque alguien más había besado a Rai, y alguien más la había abrazado, y alguien más la había tocado, y a Rai le había gustado.
- La primera fue con Ivonne, la prostituta por la cual mi tío pagó para subirme el ánimo. Luego, al empezar a pintar, iba al prostíbulo y seleccionaba a mis modelos. Si me gustaban lo suficiente les pagaba el doble para que me concedieran sus favores al terminar...
- ¿Entonces jamás has tenido novia?
- No realmente... al principio iba al prostíbulo constantemente y pagaba por el servicio de Ivonne. Le contaba cosas, y ella escuchaba e intentaba hacerme sentir mejor. Pensé que teníamos algo, pero una noche la vi bailándole a un chico mientras lo abrazaba como lo hacía conmigo, y me di cuenta de que ella realmente no me escuchaba ni me consolaba. Ella estaba allí por el dinero, y yo estaba allí por ella, porque necesitaba sentirme querida de alguna forma.
Suspiró. Aquello dolía, pero quería escucharla. Sabía que era importante.
- Luego salí con Jessy, quien trabajaba todos los sábados en un club de striptease. Duramos una semana... finalmente salí con Isabelle, que también trabajaba en un prostíbulo. No me importaba su trabajo, pues era solo eso: trabajo. Además, yo solo necesitaba sentir que tenía a alguien... me dejó por un chico luego de dos meses.
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La tatuadora de libélulas // Railo
Fanfiction'Alondra Michelle marcaba la piel de las personas. Rai marcó su corazón. ---•---•---•---• ! La historia original le pertenece a @AllysonDeVil. Adaptación sin fines de lucro, todos los créditos son para el autor.