💰En la alta sociedad coreana, Park Sung Hee, heredera de un poderoso clan criminal, enfrenta un mundo de lujos y peligros. Junto a su familia, controla un imperio marcado por enemigos implacables y secretos ocultos. Entre mansiones opulentas y cons...
Me hallaba en mi habitación, envuelta por las sábanas de mi enorme cama. Aunque las luces estaban apagadas, una suave luz se filtraba a través del gran ventanal.
La puerta de mi habitación se abrió suavemente, revelando la silueta de mi hermano. Él cruzó el umbral y se deslizó bajo las sábanas a mi lado. Lo abracé con ternura mientras él comenzaba a acariciar mi cabello con gestos tranquilos y reconfortantes.
Sung Hoon: -me miró con preocupación- ¿Estás bien? -preguntó con voz suave, y yo asentí ligeramente- No tienes que hacer esto si no quieres, Sung Hee -añadió con comprensión, sus ojos mostrando un destello de preocupación fraternal-
Sung Hee: -justifiqué con calma- Es por el bien de nuestra familia, hermano. Tengo que hacerlo, además, Jake me cae bien -encogí los hombros ligeramente-
Sung Hoon: -me miró con seriedad- Sé que te agrada, Sung, pero tener una relación con él es otra cosa ¿no crees? -me levanté un poco-
Sung Hee: -miré a mi hermano con determinación- He tomado una decisión, Sung Hoon. No creo que pueda cambiar de opinión -suspiré, dejando claro que mi resolución era firme y final-
Sung Hoon: -sonrió con ternura- Lo sabes, ¿verdad? Siempre estaré aquí para ti -afirmó mientras me abrazaba, y yo asentí con gratitud-
Después de que mi hermano saliera de mi habitación, me acomodé en la cama, buscando el consuelo de las sábanas frescas. Con la mente puesta en que mañana sería un día mejor, cerré los ojos y dejé que la tranquilidad de la noche me envolviera.
La alarma resonó, marcando el inicio de un nuevo día. Me incorporé de la cama y repetí la rutina matutina como hacía cada mañana. Me coloqué el atuendo del día de hoy, era viernes, así que podía usar ropa casual.
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Descendí hacia el comedor donde encontré a mis padres y a mi hermano. Tomé asiento en mi lugar habitual mientras una empleada se apresuraba a traer mi desayuno.
Mi Rae: -saludó con una sonrisa matutina- Buenos días, cariño -dijo con naturalidad- Espero que disfrutes del desayuno; le pedí a las empleadas que prepararan tu platillo favorito.
Sung Hee: Gracias mamá -murmuré con gratitud, antes de centrarme en el desayuno-
Joon Ho: -me miró fijamente- Hoy será el primer día de tu relación con Jake, ¿entendido? -me dijo, y asentí sin apartar la mirada- Quiero que hagas todo perfectamente. No toleraré chismes sobre esto.
Sung Hoon: -intervino, visiblemente molesto- Papá, déjala ya. Ella sabe lo que hace, no es una niña pequeña -expresó con firmeza-
Joon Ho: -se enderezó con solemnidad- Solo estoy aclarando las cosas, Sung Hoon -espetó, lanzando una mirada fulminante a su hijo mayor- Apresúrate, Sung Hee. Jake pasará por ti.
