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CAPÍTULO II “Nuevas Caras”
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UNA VEZ LLEGARON a su destino, Rosita pudo observar la pequeña casa, la puerta era de un metal rojo despintado y las paredes aparentemente blancas se caían a pedazos, era perfecta para pasar desapercibidos, al entrar, la recibió la calidez de una acogedora casa familiera, sonrió ante eso, siempre preferiría eso a los lujos que su familia acostumbraba, todo daba indicios de que no hacía mucho que se habían instalado en el lugar, pero si el suficiente para recibir a los de confianza, su amiga le había comentado que era un alquiler temporal, hasta que se acabara su misión.
— Dejala aquí. — Llamó su atención Letty quien apuntaba con su dedo pulgar el lugar donde había dejado la otra valija. — Yo las llevo a tu habitación después, estoy segura que ahora quieres ver a Dom. — Le sonrió de lado cruzándose de brazos, Rosita correspondió el gesto y obedeció, aunque no dejaría que ella las llevara, las acomodaria después. — Sigue el pasillo hasta el final, y abre la puerta de metal, estás en tu casa Rosi. — Palmeó su hombro mientras se alejaba un poco de ella, haciendo que la mire confundida
