La Verdad y ¿El Fin?

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Bueno chicos/as, he estado X días sin escribir para daros algo de tiempo y me comentarais por si os gusto que pusiera los nombres de los personajes y como veo que no me habéis respondido seguiré escribiendo como siempre, gracias por su atención :)



Narra Nico:

Al final Cero aquella noche consiguió hacerme el amor...Jajaja es broma. Bueno, estuvimos a punto de hacerlo, pe-pero por suerte le dieron de nuevo los retortijones y tuvo que volver al baño. El pobre se pasó toda la noche allí metido. Nota mental: poner a parte el wasabi.

-¡Cero, cuando termines lo limpias todo incluido lo que caiga al suelo!-le gritaba mientras me carcajeaba dando vueltas por la cama. En ese momento me sentía más malvado que bueno, pero vamos  ¿Quién no se aprovecharía de algo así?

-¡Cuando termine te vas a ente...!-se detiene expulsando los pedos y quejándose por quinta vez-¡Ten...por seguro que me...la pagarás!-

De nuevo estallé a carcajadas cayendo boca arriba en la cama. Fue el día más feliz de mi vida jeje.

Al día siguiente:

Me levanto estirando la espalda con un poco de ojeras porque aparte de reír y reír los gases que soltó Cero eran muy ruidosos, hasta podía olerlos. Miro la hora en el reloj de pared, era temprano, pero ya estaba despierto. Medio dormido me dirijo a la cocina y antes de preparar el desayuno cojo un rotulador de color rojo y tacho el día anterior del calendario que estaba pegado al frigorífico. "Un día menos" pienso dejando el rotulador en la mesa y prepararme una deliciosa y caliente taza de café para despertar del todo. Justo cuando echaba el café en polvo en la taza oí la puerta del baño abrirse de golpe "Todo lo bonito tenia que terminar" pensé suspirando dejando la cafetera de hierro en la hornilla para que se calentara. Lo espero apoyando los brazos en la barra de mármol de la cocina, pero al ver que no aparece lógicamente miro delante de ella y sin darme cuenta una sonrisa se había formado en mis labios. Cero estaba literalmente arrastrándose por el suelo entre maldiciones y quejidos.

-Buenos días cariño ¿Has limpiado el baño como te dije anoche?-él levanta costosamente la cabeza mirándome con cara de pocos amigos.

-Te odio-susurra casi sin fuerzas.

-¡Oh cielo!¿De verdad me odias?¿Me pregunto por qué será?-por dentro me partía de la risa-Anda, Anda deja que tu conejo azul te lleve al sofá-le agarro por los pies arrastrándolo hasta llegar al sofá y después por los brazos tumbándolo en este.

-Te voy...a matar-

-Que gracioso eres mi amor-esta vez no pude aguantarme la risa y estallo agarrándome la barriga y como podía también la boca en vano. ¡Era tan divertido verlo!

-Cuando me recupere...te vas a enterar-se intenta levantar, pero su estomago se lo impide-Ay,ay,ay,ay...-

-Bueno, bueno, tranquilízate un poco-le doy un pequeño masaje en el estomago soltando pequeñas risillas-tu descansa que voy a preparar el desayuno-me voy a la cocina mientras él me mira sinicamente, pero poco a poco su expresión cambia a una relajada.

-Ya está-cojo la bandeja y la deposito con cuidado en la mesa y me siento a la orilla del sofá-Cero, hey, despierta-se había quedado dormido. Normal, no pudo dormir por culpa de...prrr, mejor no lo pienso o me dará de nuevo la risa.

-Estoy durmiendo-dice con los ojos cerrados.

-He preparado el desayuno-

-No será otra vez esos asquerosos oni giri que me comí ayer ¿verdad?-me sentí un poco ofendido cuando dijo "asquerosos", pero lo ignoré.

Experimentos (Actualizándose)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora