Capitulo 39

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Todo estaba bien, ambas trabajaban tranquilamente y sam estudiaba con felicidad. Pero... el padre de freen estaba al lado de la muerte, le habían detectado Cáncer de estómago pero los médicos lo descubrieron muy tarde. El hombre estaba en la cama del hospital, muchas máquinas conectadas a su cuerpo, respiraba con dolor y con los ojos cerrados buscaba la mano de su tesoro.

-freen...- susurro el hombre.

Freen entre sollozos limpió sus lágrimas antes de arrodillarse al lado de la cama y tomar la mano de su padre, becky miraba la escena con dolor y en una esquina la señora sarocha estaba arrodillada con un crucifijo en la mano orando por algún tipo de bendición, el pequeño sam estaba a un lado de freen tomándola de la camisa aguantando las lágrimas, ver a freen llorando hizo que una tristeza llegara a el.

-freen... te felicito, mi niña, estoy muy orgulloso de ti, de ustedes.- hablo de freen y de becky.- han crecido y ahora son dos mujeres con una hermosa familia, freen, cuídalas, cuida a tu madre y a becky... también a sam, claro... si muero... no es necesario que la empresa siga abierta, puedes cerrarla si quieres. Freen, respétala, no vas a encontrar a alguien como becky.

-papá... no... no digas eso. No digas eso, eres fuerte...- sollozo freen acariciando la mano del hombre que la protegía de los monstruos bajo su cama.

El señor sarocha sonrió antes de soltar la mano de freen y esta quedó colgando, becky hizo que freen se levantara mientras la señora sarocha lloraba a cántaros, freen sollozaba en silencio y becky saco a sam de la habitación secando sus lágrimas rebeldes. El hombre había fallecido, el simpático señor sarocha, acababa de fallecer, todos lo iban a extrañar, si no fuera por el, freen habría renunciado a becky hace mucho.

Si no fuera por el señor sarocha, becky no fuera modelo, freen no sería... freen. La casa, la empresa, el restaurante del señor choi... el señor sarocha estaría ausente, freen ya no recibiría llamadas de él en la noche para beber en el bar del señor choi, ya no se lo encontraría en la empresa y sin su padre, la casa se sentiría vacía.

Becky ya no podría llamarlo para quejarse de freen o solo para desahogarse, sam ya no estaría emocionado para jugar con su abuelo y la señora sarocha ya no escucharía la voz de su marido tarareando por la casa mientras ella cocinaba.

-amor... freen, mírame, por favor, mírame.- susurro becky abrazándola y buscando su mirada.

-... estoy bien... estoy bien...- susurro freen abrazando a becky por la cintura buscando contacto con su cuerpo para sentirse segura.- estoy bien, mi reina. ¿Te parece si nos vamos?.

El funeral estaba apunto de comenzar y claro que los familiares deben ser los primeros a llegar, pero freen aún no llegaba, llevaba horas en la esquina de la sala sollozando cabizbaja pero becky intentaba calmarla y no recaer como freen, le había agarrado cariño al señor sarocha que la había acabado de criar prácticamente, era como el padre que nunca tuvo.

Caminaron de la mano hasta el auto y freen sacó las llaves del auto, estaba apunto de entrar pero becky no permitió eso.

-no, no, yo voy a conducir, no estás en condiciones.- dijo becky tomando las llaves de su madre.

-estoy bien, bec, enserio, puedo conducir.- hablo freen pero becky celo sus labios haciendo que dejara de intentar tomar las llaves.

-freen, escucha, te amo, te adoro, no dejaré que conduzcas en esas condiciones.- susurro becky besando sus labios con ternura.

Becky acomodo el traje de freen ajustando su corbata y abotonando sus botones sueltos. Subieron al auto y condució hasta el cementerio, donde todos las esperaban, sam estaba al lado de la señora sarocha, freen tomó a sam cargándolo para abrazarlo y acariciar su pequeña espalda, sam abrazó a freen por el cuello y becky se acercó también a consolar a freen.

you will always be my number one... -[ Freenbecky]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora