you will always be my number one... -[ Freenbecky]

Capítulo 33

Freen miró el volante de su auto, lágrimas en los ojos y una rabia interna casi imposible de esconder. Quería romper algo, quería golpear algo. Era su culpa, o eso creía ella, se sentía muy culpada de su distanciamiento con becky, si había cambiado. La cárcel la había cambiado, ya no sabía como demostrar amor a no ser en la cama, ya no era detallista y apenas y pasaba tiempo con el pequeño sam y con becky. Rara vez llegaba temprano a casa y estaban despiertos. En pocas palabras, si era su culpa.

Golpeó el volante repetidas veces antes de mirarse en el retrovisor, su traje estaba arrugado y mal arreglado, su rostro estaba rojo de la ira y sus cabellos revueltos, estaba acabada. Necesitaba hacer algo o perdería a becky... talvez ahí personas que tratan a becky mucho mejor que ella, talvez habían personas que cuidaban mucho mejor a becky. Necesitaba hacer algo. Una noche solo para charlar, un día de ella, becky y sam, unas vacaciones de ellos tres. No, no podía estar atenta de sam y becky al mismo tiempo, aún no podía dominar eso.

Necesitaba un tiempo a solas con becky y luego con sam. Si, perfecto. ¿Pero como y donde?.

Uns vacaciones de unos días con becky, podría llevarla a... a Japón, a corea o... a Europa, si, estaría perfecto, Europa, a Italia. La llevaría a italia por una semana y luego pasaría un par de días con sam antes de llevarlos a unas vacaciones juntos.

La llevaría mañama, era la jefa al final, le diría a el fotógrafo de becky que esta estaría de vacaciones por los largos años de puro trabajo. Le diría a su padre que tenía que irse de viaje con becky y que dejaría a sam con ellos. Aceleró el auto y lo estacionó en un hotel, reservó una habitación y fue a esta con el teléfono en el oído.

-nam, ¿estás despierta?.- pregunto freen hablando con nam por teléfono.

-si, estoy en el bar. ¿Sucede algo?.- pregunto nam.

-mmm... digamos que si.- dijo freen entrando a la habitación quitándose el traje que tenía.- necesito que me hagas un favor.

-está bien, pero que sea rápido.- dijo nam

-ok, ve a mi apartamento, necesito que hagas mis maletas, las de becky y una mochila para sam.- hablo freen- lleva las maletas a la casa de mis padres y también lleva a becky y a sam.

-uhumm... muy bien, lo haré... pero quiero algo a cambio.- dijo nam y se pudo escuchar como encendía su auto.

-espera, no, no vas a conducir tu, llama a un taxi y lleva a becky y a sam en taxi. Dijiste que estabas en el bar, no dejaré que por tus estupideces pongas en peligro a becky y a sam.- hablo freen con carisma.

-vale, vale. Pásame el número de tu primo, necesito tocar ese papacito.- dijo nam coqueta.

-muy bien, te lo pasaré luego de que me hagas el favor. Hasta luego.- dijo freen antes de coltar.

Freen entró al baño de la habitación y tomó una larga ducha, siempre tenía ropa por si acaso en el auto y gracias a Dios porque la necesitaba. Se vistió y se sentó en la cama con su laptop, buscando el mejor hotel de Milán en Italia. Rentó la mejor habitación por una semana comenzando desde el día siguiente, dio la orden para que el avión ejecutivo estuviera listo para la mañana del día siguiente para partir a Milán. No dejaría que la mujer que más amaba en el mundo la dejara y mucho menos si era por su culpa. Tomó una hoja en blanco y un papel antes de comenzar a hacer una carta, recordando todo lo que habían pasado juntas y las veces que le había hecho cartas sin haber tenido el coraje de entregárselas.

Eran alrededor de las 9:39 de la noche cuándo nam empezó a llamar a freen, freen sonrió y tomó su teléfono mientras salía del hotel hablando con una sonrisa. Subió a su auto y lo encendió conectando su teléfono al auto para poder hablar mientras conducía.