𝐓𝐡𝐞 𝐄𝐱𝐢𝐥𝐞,, 𝐕𝐢𝐬𝐞𝐧𝐲𝐚 𝐓𝐡𝐞 𝐂𝐫𝐮𝐞𝐥

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XXII,,Lucerys Velaryon

-Te preocupas demasiado por el mas joven- la voz de Visenya retumbo por el salón de Rocadragon,captando la atención de su hermana mayor que acababa de despedir a ambos de sus hijos mayores siendo su despedida con Lucerys mas comprensiva y amorosa al notar su comportamiento nervioso no creyendo en si mismo para tomar la responsabilidad de el asunto

-Solo tiene 14 años Visenya...no se si enviarlo a esta misión sea correcto- los nervios de madre le comían el pensamiento sobrepensando demasiado conociendo bien a su Hijo como un joven mas pacifico que un joven violento, las manos delgadas casi huesudas de su menor calmaron la tensión de Rhaenyra masajeando sus hombros

-Ha servido como escudero largos años Rhaenyra, y tiene a Arrax- nada de lo que dijera parecía lograr calmarle, tenia un horrible presentimiento sobre el viaje que emprendería su hijo hacia a Bastión de tormentas, mas que el clima que dificultaba el vuelo presentía algo mas grande que solo una tormenta.

-Me han prometido por la estrella de siete puntas que no aceptaran ningún pleito u conflicto, iran solo como simples mensajeros- los ojos frívolos de la cruel Visenya observaron un momento la preocupación de su hermana sintiendo el peso de su angustia, con su silencio sepulcral dio un giro sobre sus talones y se retiro entre las sombras de los pasillos.

Lucerys Velaryon acariciaba a su dragon Arrax con los nervios de puntas a pesar de brindarle una misión mas corta hacia el sur, a comparación de su hermano mayor Jacaerys quien fue enviado al norte. Continuaba asustado mas por jurar a su madre y su reina que no tomaría su espada para dar lucha contra nadie durante este viaje. Sin percatarse la figura femenina de su Tía se mantenía de pie a su lado admirando de igual manera a Arryx que parecía mas que contento con la compañía de la dama y su jinete.

-¿estas tan asustado?- el joven con un pequeño entre salto suspiro agobiado sutilmente, asintió con timidez avergonzado de admitir lo temeroso que estaba por su camino.

-un día tendrás que dejar tus temores Luke, el miedo es el peor enemigo de un guerrero, aun si presientes tu muerte a la vuelta de la esquina un jinete tiene que confiar en su destino y enfrentarlo con honor- la firmeza en sus palabras transmitía confianza como ninguna otra y olvidando por un momento sus propios prejuicios hacia si mismo sonrió de lado con su característica sonrisa adorable que haría sonreír hasta al ser mas frió, asintió nuevamente tomando el valor para finalmente subir sobre su Dragón.

- pero hoy no te sientas temeroso, tu hiciste un juramento no yo- con confusión observo los movimientos de su Tía, Esta vestía sus ropas de montaje y ponía sus guantes con la calma de siempre, los estruendos de las pisadas de su dragón inquietaban al resto y finalmente cuando monto a uthurt le dio una cálida mirada a su sobrino

-¿a que te refieres Tía?- a veces Visenya veía de una manera tan adorable a su sobrino menor que le podría causar hasta nauseas ese afecto tan cálido que el joven transmitia con el mínimo esfuerzo

-iré como tu guardia, ante cualquier conflicto yo alzare mi espada en tu defensa- Visenya sabia bien que si bien no seria bien recibida por los Baratheon por conflictos del pasado que la involucraban directamente con una de las 4 hijas de aquel Lord, confiaba en que Luke no tendría conflictos dentro de la fortaleza solo lo acompañaría en su viaje de ida y vuelta asegurándose de su bienestar en el vuelo.

-mantén la calma, yo estaré esperando un poco alejada para no alarmar a Lord Baratheon ni a los guardias - Luke recopilo la información e intento calmarse cuando el y Arrax se separaron de su tía y Uturth.

Aterrizando junto a su dragón los guardias asintieron ante su presencia y antes de dar sus pasos hacia enfrente para adentrarse a la fortaleza un dragon de gran magnitud dio un rugido que campo su atención, volteando a ver a la dirección de este creyendo que seria Uturth se espanto al percatarse de que era vhagar y claramente Aemond se habría adelantado. Visenya también pudo notar la presencia de aquella Dragona y no pudo controlar sus pensamientos y deseos, el estaba aquí era todo lo que se le cruzaba por la mente en este momento, Uturth gruño irritado por la emoción de su jinete lo que volvió a mantener concentrada a la princesa que entre susurros se reprendió por su pensamiento tan puberto y poco ético