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XXIV,,Ordenes


-Hemos desperdiciado tiempo valioso en esta guerra de plumas y cuervos- el aposento del Príncipe Aemond era iluminado por velas, este mismo sentado  frente a la mesita con copas y un mapa de Westeros ante la compañía de Sir Criston Cole el comandante de la guardia real.

-Deberían abrir la marcha y yo los cubriré junto a Vhagar- tomando su copa se levanto, un gesto común de mantener la postura firme al explicarse, el guardia frente a el oía con atención vestido con ropas simples despojado de toda armadura estando en un ambiente cómodo.

-ningún castillo se atrevería a alzar el estandarte de Rhaenyra, las tierras de la corona pronto hincaran la rodilla- sus señalamientos eran analizados por su invitado, este aun tenia las dudas de aquel plan 

-quizás podríamos pedírselo al rey en privado, comenzar con... Rosby y Stockworth son castillos pequeños a la sombra de desembarco del rey, no nos querrán como enemigos- tirando las monedas sobre el mapa Cole marco los sectores señalados.

-y si podemos sumar sus levas iremos creciendo según avancemos- las monedas de Aemond también se movieron por el tablero dejando claro el curso que tomaría su plan, aun que Cole lo considero uno astuto para el príncipe no era suficiente

-es inútil, Aegon esta en manos de mi abuelo y de mi madre, ellos solo quieren evitar una guerra de dragones, Otto no desea alterar el orden de las cosas y Alicent solo esta resentida- sirviendo mas vino Criston dejo el jaron con cierta molestia tomando una postura mas seria frente a el joven. 

- ¿Resentida?- su pregunta sonó mas bien como un cuestionamiento 

-Me culpa por provocar mas tensión ante una guerra, ella que manipulo para usurpar el trono, su alteza tiene dos caras- sus expresiones burlonas no eran del agrado de Criston no pudo controlar su lengua. 

-Tiene un buen corazón y Rhaenyra es una araña astuta, atrajo a Alicent a su red y la enveneno....Rhaenyra no es mas que una golfa engañosa al igual que su hermana Visenya- Las palabras sin medida de Criston envolvieron el aposento de una frialdad, los impulsos del príncipe no escucharon mas, la cuchilla que portaba se clavo con fuerza y rapidez en la meza asustando a su acompañante, dándole su mirada mas dominante y oscura capaz de clavar la misma cuchilla en la garganta del infame capa blanca.. 

No deseaba oír su nombre...mis propias acciones me mantienen en esta tortuosa lejanía,  Aun y si deseo montar sobre Vhagar soltando fuego a todos los negros, jamas podría verla a ella y desearle un mal. Si yo no podría hacerlo otros gusanos insípidos tampoco lo harían, asesinaría y cortaría cada cabeza que ensuciara su nombre  todo por aquella mujer que era mas que una mortal...para mi era mi diosa la única a la que le ofrezco voluntad solo por ella acabaría con todo un reino, arrodillarme a sus pies pidiendo perdón sangrando entre sus manos ofreciéndole todo. En ocasiones no podría soportar mis propias frustraciones,las molestias me llevaban a un punto de quiebre ella era quien calmaba mis tensiones ¿y ahora?, Ahora su nombre me llevaba a un estado de desesperación sediento de ella y nadie mas.

"estoy perdido en las sobras sin tu luz"

Nyke glaesā pirtra issa mijegon dāezī vāedis.

-Princesa- la joven de cabellos rubios casi al blanco puro vestía su armadura de pies a hombros negada a utilizar casco, para ella no era necesaria y nadie podría objetar lo contrario si deseaba conservar su lengua. Con caballeros dando reverencias a su paso dirigió sus ojos Valiryos a Sir Finan Strong su guardia personal. 

𝐓𝐡𝐞 𝐄𝐱𝐢𝐥𝐞,, 𝐕𝐢𝐬𝐞𝐧𝐲𝐚 𝐓𝐡𝐞 𝐂𝐫𝐮𝐞𝐥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora