Y si fueras tu ?

11

1991.

Lakewood.

- Feliz cumpleaños mi princesa!

- Papá! Gracias papito lindo!

- Estas feliz?

- Sí! Mucho!

- Espero que sean buenos amigos y que cuides de él.

- Si papito! Lo prometo!

- Eso es mi princesa!

- Raymond... - le interpeló su mujer, al ver el regalo no esperado por ella, pero que sin embargo, provocaba en su hija Eliza una gran sonrisa - Creí que estábamos de acuerdo! Por qué lo hiciste?

- Oh vamos Sarah! Mira la cara de felicidad de Eliza, como podría negarme? - le respondió sin mayores molestias.

- Sí pero... debiste por lo menos consultarme! Eliza es aún muy pequeña para ocuparse de... de... de ese animal!

- Oh vamos mujer, es solo un perro! Además, Neal la ayudará, no es cierto hijo? - dirigiéndose al jovenzuelo que se encontraba al lado de su hija - Neal?

- Papá?

- Te hice una pregunta!

- Lo siento padre, no escuché...

- Nos preguntábamos con tu madre si tu estabas de acuerdo en ayudar a tu hermana menor a cuidar del cachorro? - le repitió la pregunta, lanzándole una mirada severa.

- Por supuesto papá! - se apresuró a responder Neal con un tono de temor.

- Lo ves Sarah? Neal se hará cargo del perro!

- Raymond... aún son muy chicos! Eliza acaba solo de cumplir 6 y Neal tiene tan solo 7, no cumplirá 8 que dentro de 6 meses, no es tanta la diferencia...

- Mujer! Por favor deja de hacer tanto problema! Empiezo a arrepentirme de haber interrumpido mi viaje de negocios solo por venir al cumpleaños de mi princesa! Tener un perro los responsabilizará!

- Querido - ya con un tono más suave y meloso continuó - no me malinterpretes, es solo que me tomaste por sorpresa, nada más. Ya sabes que me preocupo mucho porque nuestros hijos estén siempre bien, no quisiera que esto les cause mucho trabajo...

- Deja de tratarlos como si fueran unos críos. Además, contamos con un ejercito de servidumbre, para que crees que están? Ellos se harán cargo del perro.

De pronto fueron interrumpidos por el mayordomo.

- Señora, señor, la señora Elroy esta llegando junto con sus sobrinos los jóvenes Cornwell y el joven Brauer.

- Gracias Earl, hágalos pasar al salón de té por favor, y dile a Dorothy y a Mary que preparen el té, los refrescos y los bocaditos por favor.

- Por supuesto señora.

- Discúlpame querido, voy a recibir a la tía Elroy.

- Por supuesto. Yo llevaré a los chicos al salón de té.

Sarah Leagan se retiró de la sala de estar en dirección el recibidor de la mansión Leagan para darle la bienvenida a los invitados al cumpleaños de Eliza. Mientras que Raymond se acercaba a sus dos hijos para prevenirles de la llegada de su familia política. Eliza se encontraba sentada sobre la alfombra con un cachorro blanco entre los brazos, el cachorro no dejaba de mordisquear una pelota de tenis. Neal, arrodillando a su lado, le tendía una mano intentando hacerle una caricia.

- Niños, la tía Elroy acaba de llegar junto con sus primos, Anthony, Stear y Archie - les dijo su padre.

- Anthony? Anthony ya llegó?! - gritó entusiasmada Eliza.