4. ¡𝙃𝙤𝙧𝙖 𝙙𝙚 𝙘𝙚𝙡𝙚𝙗𝙧𝙖𝙧!

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Katakuri seguía en shock aún al llegar a su casa con su hermano, el que tampoco había dicho nada desde que salieron del lugar, solo había refunfuñado acerca de la maldita suerte y que se la podía meter donde no le diera el sol, claramente estaba molesto y Katakuri ni le iba a decir nada acerca de eso.

No estaba sorprendido de haber ganado, nadie estaba sorprendido de aquello y pasaron a la segunda ronda, es más eso era lo de menos.

Pero aún revivia el momento en que el monito había ganado, como todos alrededor lo habían visto con asombró, hasta integrantes de otros grupos, todos los que presenciaron su gran victoria, su "salto de fe" si seguía escuchando esas palabras golpearia a alguien (realmente no lo haria) en pocas palabras seguía sin creerlo, como el moderador había llamado a Gatz para avisarle lo sucedido, Mugiwara se había vuelto el centro de atención.

Como siempre.

Nadie podía creer la estupidez y audacia que había tenido, él aún no se lo creía, su sonrisa victoriosa y la alegría que emanaba de el y sobre todo sus palabras cuando Gatz le preguntó porque hizo aquello.

"Cuando estas por ingresar a una aventura, lo arriesgas todo, esta era una prueba de fe, así que eso fue lo que hice"

Dejó atonitos a muchos, con toda razón, su estupidez y confianza sobrepasaban los límites.

Pero ahí estaba él reviviendo el momento una y otra vez, viendo que cuando todo término y Gatz felicito a los ganadores diciéndoles que pronto les llegarían más indicaciones, muchas personas (aliados de Mugiwara) llegaron a él alabando lo y felicitándolo, sus hermanos, sus amigos... Realmente envidiaba al chico, por su parte regresó solo con su hermano.

Hasta su hermana había ido a felicitar a Mugiwara con su esposo, necesitaba actuar rapido, viendo como la balanza se inclinaba más para el pequeño.

No había esperado aquello, había subestimado ligeramente los contactos de Mugiwara, la suerte que emanaba como un manto, para que la mayoría de ganadores hubieran sido sus amigos, conocidos o aliados, el incluido, pero era diferente.

Aun podía revivir la sonrisa burlona que le lanzó cuando ganó tenía la firmeza de que el iba a ganar.

No podía permitirle aquello, Katakuri debía ganar a como diera lugar por su familia, por el simple hecho de querer ganarle.

Tenía que empezar a actuar pronto, así que convocó una reunión con sus hermanos para los pasos a seguir.

Los Mugiwaras celebraban a lo grande su victoria y la de sus amigos en el Baratie, el restaurante del padre de Sanji, las mesas dónde estaban contrastaban con lo elegante del lugar, mientras ellos reian y disfrutaban al maximo aquello, Luffy les c...

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Los Mugiwaras celebraban a lo grande su victoria y la de sus amigos en el Baratie, el restaurante del padre de Sanji, las mesas dónde estaban contrastaban con lo elegante del lugar, mientras ellos reian y disfrutaban al maximo aquello, Luffy les contaba con alegria como habian sido los eventos de aquel día, siendo interrumpido de vez en cuando por Nami que lo corregia

—Entonces saque tijera y Katakuri saco piedra, como Nami había hecho con el Perorin — comento el pequeño causando carcajadas a todos los presentes no tanto por lo sucedido, si no por el ridiculo apodo debido a lo que siempre decia.

Competencia por las donas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora