Gunwok siete años.Por fin había tocado el timbre del recreo, pequeños piecitos iban corriendo de aquí para allá, soltando pequeñas risas y charlas con diversión.
En medio del pasillo, se encontraba un pequeño Gunwok, mirando a ambos lados y caminando tímidamente. Con delicadeza, fue sacando su galleta favorita, era galleta con crema bañada con chocolate, una delicia! Lamio sus labios con gusto y estaba por comérsela hasta que un niño paso al lado suyo, chocando su hombro, haciendo que su galleta se cayera al piso.
— Hey! No te pongas en frente, no vez que eres muy gordo, no nos dejas pasar— dijo un niño pelirrojo entre risas.
— Sí, deja algo para los demás, eres tan gordo que ni compartes, no?—paso un chico rubio al lado de Gunwok y vio el paquete de galletas que tenía en la mano.
Los niños se fueron riendo entre ellos y el pequeño Gunwok hizo un puchero, no por esos comentarios, ya que estaba acostumbrado, sino porque desperdicio uno de sus dulces favoritos, su mamá se lo había hecho con mucho amor y era una pena para él despreciarlo.
Con tristeza siguió su camino mientras con su mano regordeta agarraba otra. El no tenía ningún complejo con su cuerpo hasta que sus compañeros le hicieron esos feos comentarios, su mamá le decía que no les haga caso, que para sus ojos, era el niño más lindo del mundo pero él a veces no se sentía así, le daba pena ponerse camisetas porque su barriguita hacia que se le subiera un poco más de lo normal y sus mejillas eran tan regordetas que todas las mañanas sufría un ataque de pellizcos por parte de sus maestras, era un poco molesto.
Se sintió mejor cuando pudo comer unas de sus galletas en paz, disfrutaba de estar solo, aunque en el fondo le hubiera gustado tener un amiguito, así podría jugar con el y traerle todos los días un poco de comida deliciosa, ya que su familia tenía una panadería y le podría traer todas las cosas ricas que hacen ahí.
— Hola, te llamas Gunwok cierto?— un chico peli naranja se acercó al morocho, tenía una sonrisa linda y amable.
Gunwok miro para ambos lados preguntándose si el saludo era para el pero se quiso golpear mentalmente ya que le había preguntado su nombre — s-si—dijo no tan convencido.
—Perdona que te saludé así de la nada pero me cuesta hablar con los demás, casi nadie se acerca conmigo por mi acento ya que que soy extranjero— sonrió y se sentó en uno de los banquetes que se encontraban en el patio. Gunwok lo acompaño.
—Ohh, a mi no me molesta —hablo toqueteando sus dedos — lamento si no te había notado antes.—
— Descuida, soy nuevo y casi nadie le prestó atención—
—Cómo te llamas?—
— Matthew, es medio raro no?— río.
— Para nada, es lindo— sonrió Gunwok, mostrando sus regordetas y rosadas mejillas.
—Hey, que estabas comiendo? parece delicioso—
—Ohh— el pelinegro acomodo sus lentes y le mostró su cajita con galletitas— son galletas con crema, quieres probar una?—
—Seguro!— dió un mordisco para después ponerla de una en su boca— eshta delishiosa (está deliciosa) — sonrió con las mejillas llenas.
—Mi mamá las hace, si quieres mañana te puedo traer más—
—Me encantaría—
Por primera vez, Gunwok sonría después de mucho tiempo.
~•~
Dos meses después
Gunwok se terminó de acomodar su corbata y se miró un poco más en el espejo con una mueca, la ropa le empezaba a quedar un poco más grande pero no en un buen sentido, hace dos días se había pesado y había subido tres kilitos de más, pero como no hacerlo, si casi todos los días venía Matthew a su casa y como le encantaba que venga su amigo, le preparaba mucha comida deliciosa que su mamá le había enseñado hacer, amaba cocinarle a su amigo y comer con el.
En pocos meses Matthew se había convertido en alguien muy querido para el, era el único que no lo miraba con forma extraña o le hacía comentarios feos, además que hablaba con el desde que empezaban las clases hasta que terminaban, era tan bueno con él que esperaba que nunca terminara su linda relación.
Con prisa, fue bajando las escaleras para ir a la cocina donde su mamá lo estaba esperando para darle su desayuno pero el tenía otros planes. —Gracias mamá pero no desayunaré, hoy tengo que dar una exposición en clase y me iba a juntar un rato antes en el salón con matthew para practicar — agarro una galleta de la mesada y se lo llevo a la boca. —Nos vemos—
—Espera! no olvides tu almuerzo— dijo la mujer que tenía dos bolsas marrones en la mano — este es para ti y el otro para tu amigo—
El pequeño agarro las dos bolsas y antes de salir le dió un beso en la mejilla a su madre.
La mujer vio como su hijo se iba rápido por la puerta mientras soltaba un suspiro. No pudo evitar sonreír, no podía creer que su hijo ya tenía a alguien con quién compartir su tiempo además de ella.
Por otro lado, Gunwok ya se encontraba en la escuela, fue un poco con prisa miraron las aulas hasta encontrar la suya, suponía que su amigo ya se encontraba ahí, no lo quería hacer esperar. Con un suspiro, al fin vio su aula en frente, sin más entro con una sonrisa esperando ver a matthew pero está se fue desvaneciendo al ver lo que estaba sucediendo.
Matthew no estaba solo, sino se entraba riendo y charlando con un grupo de chicos, y no eran cualquier grupo sino era el equipo de baloncesto, el mismo que se encargaban de tirarle un comentario no tan amigable cada vez que se los cruzaba.
Con una mueca, fue despacio hasta su asiento sin apartar la vista en esos chicos, le dolió un poco su corazoncito al ver que matthew ni notó cundo entro. Sin más, saco sus libros y se dispuso a estudiar para la exposición de hoy. Estaba tan concentrado que se asustó cuando le dieron una palmada en la espalda. — Gunwoki, porque no me dijiste que habías llegado— dijo un sonriente peli naranja.
— Es-s que ví a hyung charlando con esos chicos que no quise interrumpir — dijo apenado.
—Ohhh— abrió los ojos — lo siento, es que mis padres quieren que me una a un deporte y en Canadá me gustaba mucho el baloncesto así que decidí unirme a ese, solo me presente con los chicos, era solo eso— le dió una sonrisa que a Gunwok lo hizo tranquilizar.
— Está bien, pensé que ibas a estar con ellos— fingió escribir algo en su libreta.
—Y dejarte solo? Ni lo sueñes, me vas a tener aquí hasta que te canses de verme—
—Eso jamás— sonrió con mucha verdad en lo que decía, no quería alejarse nunca de su amigo y esperaba que en el futuro fuera igual a como estaban las cosas.
~°~
•historia corta ( no más de veinte capítulos)
• capítulos de +1000 palabras.
• aparición de otros personajes (específicamente de zb1)
• es mi primer omegaverse, así que espero que vaya siendo de su agrado 🦋

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Mi dulce alfa🍒 (Mattwook)
FanfictionEn esta tierna historia, se describe la dulce amistad de un tímido gunwook y un extrovertido matthew, dónde más adelante dependerá de ellos que pase con su relación, si se queda como una linda amistad o se puede transformar en algo más.