When we meet again (Huskerdust)

Capítulo 21: El precio que pagamos por amor.

Resumen:

Dos semanas separados hacen que Angel y Husk vuelvan a ser quienes eran antes de reencontrarse en el infierno. Después de todo, olvidar las penas de la vida por segunda vez no es fácil. Pero lo que pasa con el duelo es que, aunque duela, solo está ahí porque el amor estuvo ahí primero.

"El dolor es el precio que pagamos por el amor". Adaptado de "Duelo: estudios sobre el dolor en la vida adulta" (1972) del Dr. Colin Murray Parkes

Notas:
Consentimiento dudoso implícito, uso de insultos queer, ataque de pánico/etapas del duelo, descripciones de abuso infantil, heridas por quemaduras

¡Estamos llegando al final, amigos! Nos queda un capítulo final y luego el epílogo para publicar y, honestamente, no podemos creer que hayamos llegado tan lejos. ¡Gracias a todos por su apoyo! ¡Estamos ansiosos por compartir el final de esta historia con ustedes!

¡Gracias a @hntrgurl13 por las dos hermosas piezas de arte para este capítulo

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Si había algo que Angel Dust había aprendido en las últimas dos semanas era que sólo hacía falta un segundo para recordar algo y toda una vida para olvidarlo. Había estado pasando la noche en casa de Cherri, de fiesta con su mejor amiga tanto como podía, para intentar disminuir sus recuerdos lo máximo posible. Estar borracho y drogado ayudaba. Siempre lo había hecho. Pero tampoco era del todo suficiente. Así que actuaba casi todas las noches, usando el bajo retumbante para sacarse el dolor de la cabeza. Iba con Val todos los días, hacía que su jefe le administrara tantas drogas como le permitiera y se portaba muy, muy bien. Aceptaba más sesiones de fotos y clientes y trabajaba en gangbangs privados, sabiendo que suficientes pollas y orgasmos lo harían volver a ser el Angel Dust que estaba destinado a ser.

Aun así, a pesar de la apretada agenda, el demonio araña tenía momentos. Momentos que todavía recordaba. Momentos en los que todavía estaba enojado. Momentos en los que todavía estaba herido.

Y hubo momentos en los que todavía extrañaba a Husk tanto como no quería volver a verlo.

Una vez que Angel recordó cuánto Husk, cuánto Henry había definido toda su vida y qué lo llevó a la muerte, se negó a desvanecerse. Se preguntó cuánto tiempo le tomó olvidar la primera vez. ¿Cuántos años de drogas y acostarse con extraños y el infierno socavando todo excepto las vagas y confusas puñaladas emocionales en su estómago le dió? ¿Cuántas décadas pasaron hasta que Angel finalmente se dio cuenta de que el infierno no iba a borrar por completo los sentimientos que esos recuerdos inexistentes le habían dejado? En cambio, hizo algo más parecido a poner cinta adhesiva sobre las heridas en su carne, ocultando la fuente pero nunca deteniendo el sangrado. Había pasado de estar acostumbrado a estos terribles sentimientos siempre presentes a que todas sus heridas se abrieran de nuevo, viendo una vez más el fondo que había tocado después de todo eso.

Después de tantos años en el infierno, Angel estaba acostumbrado a que lo dejaran, a que lo dejaran de lado. Estaba acostumbrado a no ser lo suficientemente bueno. Estaba acostumbrado a todo eso. Simplemente había olvidado que la razón por la que estaba acostumbrado a eso era en gran parte porque Henry lo había dejado de lado en primer lugar. Su padre y La Familia también, sí. Pero gran parte de su vida había estado centrada en Henry, que tenerlo todo tirado a la basura desgarró una parte de él. Y no sabía si quería olvidarlo todo de nuevo o asegurarse de recordarlo con agonizantes detalles esta vez para poder evitar que esta mierda sucediera de nuevo.