When we meet again (Huskerdust)

Capítulo 8: La mañana siguiente.

Resumen:

El pasado y el presente chocan, Angel y Husk conversan.

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«Quería que fueras tú en lugar de ellos»

«¿Quieres besarme Husky?»

«Yo simplemente... no quiero lastimarte»

«Casi parece que quieres quedarte a dormir»

«Por supuesto que me quedaré... te extrañé»

«Anthony. Te llamé Anthony»

Angel se agarró con fuerza a la encimera del fregadero mientras las palabras resonaban en su cabeza. Entre el rugido en sus oídos y las frases flotantes en su mente, ni siquiera registró a Fat Nuggets gruñendo a sus pies. Se quedó allí, parpadeando ante la encimera, intentando al mismo tiempo recuperar el aliento y recordar cómo respirar.

Angel Dust no había esperado mucho después de haber dicho el nombre de Henry. El nombre de Husk... No...Henry... Joder. No había sabido si reír, llorar o besarlo. Así que simplemente huyó. Se encerró en su baño lo más rápido que pudo, esperando que la barricada de una puerta entre ellos suavizara el golpe mientras todo chocaba en su mente.

El demonio araña se frotó las sienes, tratando desesperadamente de calmar su mente por un momento. Cuanto más pensaba, más quería sacarse el cerebro del cráneo con una cuchara. Deseó tener algo de su buena mierda para ayudar a frenar la avalancha de preguntas en su cabeza.

¿Cómo se le había escapado esto? ¿Cómo no había visto que Henry… que Husk era…?

Ambos tenían la misma sonrisa amable, cuando podía sacar una de Husk. La misma paciencia para escuchar. Esa misma mirada que pareció detener el corazón de Angel a medio latir. La misma puta risa, aunque la de Husk era más baja ahora que los años, el alcohol y los cigarrillos habían pasado factura.

Incluso antes de recordar todo esto, estar cerca de Husk se había sentido... correcto. Sintió que se suponía que debía estar allí. Tal vez el corazón de Angel, tan quemado como estaba estos días, todavía lo recordaba incluso antes que su cabeza.

Pero eso era una tontería. No lo recordaba. No todo. Angel no podía recordar más allá de esa noche en que se entregó a Henry. Y no tenía idea de cuánto recordaba Husk de su tiempo juntos. Habían pasado… mierda, debieron haber pasado casi noventa malditos años desde esa noche.

—Joder... —exhaló, odiando lo roto que sonaba. Angel Dust se miró a sí mismo en el espejo mientras ajustaba su bata transparente a su cuerpo. No se parecía en nada al hombre que alguna vez había sido, todo pelusa y extremidades rosadas. Pero Husk lo había querido de todos modos… ¿verdad?, ¿seguiría queriéndolo ahora? Angel parecía muy cansado. Agotado. Asustado.

Pero ¿por qué debería tener miedo? Henr... Husk claramente lo había deseado anoche. No sabía quién era Angel, no podía saberlo. Sólo lo quería por quien era en ese momento... no por quien había sido. ¿Bien?

Y Hus... Henry. Resultó que Henry también lo había deseado. La angustia que había sentido cuando era adolescente parecía tan infundada y estúpida con toda esta nueva información. Henry lo había deseado. Henry lo había extrañado.