When we meet again (Huskerdust)

Capítulo 22: Dónde o cuándo.

Resumen:

Anthony y Henry. Angel y Husk. Dos almas cuya historia de amor tuvo un final trágico, ahora tienen la oportunidad de elegir hacer las cosas de manera diferente o dejar que el infierno borre todo de sus mentes una vez más y seguir caminos separados.

Notas:

Aquí está el capítulo final de WWMA. Muchas gracias a todos por acompañarnos durante todo el proceso. ¡Esperamos que este final les guste tanto como a nosotros!

CW: ideación suicida, armas, intento de suicidio, mención de la muerte del personaje, asesinato

Muchas gracias a @hntrgurl13 por el arte de este capítulo y por estar con nosotros desde el capítulo 7. Te amamos y estamos muy agradecidos por las formas en que ayudaste a darle vida a nuestra historia <3

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El dolor de la resaca del mismo día se atenuó cuando Husk tomó otro trago de agua y terminó el segundo sándwich que había preparado. Después de su conversación con Al varias horas antes, el gato había decidido que necesitaba despejarse y pensar en lo que su jefe había dicho. Sinceramente, Husk se sentía raro sacudiéndose el alcohol en lugar de usarlo para digerir ese recuerdo y todo lo que Alastor había psicoanalizado sobre él después. Pero por alguna razón no se sentía bien confiando en su vicio en este momento. La idea de ahogar su humanidad "recuperada" en alcohol se sentía casi irrespetuosa; después de todo, Angel se merecía algo mejor que la disculpa arrastrada y sin entusiasmo de algún borracho por millonésima vez.

¿Qué quería decirle a Angel? Había demasiadas cosas. Al menos sabía que quería volver a verlo, después de haber superado la duda que había pasado quince días vadeando. Ya no era una cuestión de "si", sino de "cuándo". Y "cómo". ¿Cómo iba a conseguir que Angel Dust volviera al hotel para escuchar lo que tenía que decir? ¿Cuánto tiempo estaba dispuesto a seguir esperando Husker antes de tomar el asunto en sus propias manos e ir a buscar a Angel por su cuenta? Esas preguntas lo empujaron a dejar de lado el alcohol y a ingerir algo que no fuera de 80 grados. Ahora solo necesitaba tomar una decisión con la cabeza más despejada para poder hacer algo al respecto mañana por la mañana.

El demonio gato se bebió el resto del agua y se levantó de la mesa del comedor, caminando de regreso a la cocina para buscar otro vaso y prepararse un tercer sándwich. Tiró dos rebanadas de pan en su plato, pensando en la primera vez que él y Angel se habían escabullido de la habitación de la araña para poder cocinar comida italiana. Husk sintió que se le encogía el corazón mientras esperaba que pudieran volver a hacerlo. Esperaba que pudieran volver a hacer muchas cosas. Sí, realmente extrañaba a Angel. Estar sobrio realmente le hizo ver cuánto le dolía el hombre que había encontrado después de tanto tiempo. Dolía mucho, pero también ponía mucha mierda en perspectiva. Hizo que Husk viera lo ciego que había sido.

Mientras el viejo gato terminaba de untar mayonesa en la segunda rebanada de pan y la colocaba encima de su torre de fiambres, queso y lechuga, oyó el ruido de unos piececitos que atravesaban el comedor y entraban en la cocina.

—¡Husk! —los ojos de Niffty estaban desorbitados, pero Husker no podía decir si era por emoción o por sed de sangre hacia otro ratón que se escondía en las paredes.

—¿Qué? Estoy intentando comer aquí, niña. Tengo que deshacerme de todo lo que pasó con...

—¡Angel! —Niffty prácticamente jadeó.

—No me jodas, Angel. Deja de terminar mis frases, da miedo. —el gato cogió su plato y su vaso de agua y empezó a salir al comedor.

—¡No! —Niffty siguió a Husk—. ¡Angel ha vuelto! ¡Ha vuelto al hotel!