04: Algo en ti... solo en ti.

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Pq si.

🌻💖






Fermin miró al alfa que estaba encantado hablando con una persona que se unió en la mesa de ellos, en cuestión de segundos ya estaba solo nuevamente. 
Opto por hacerle caso a Félix, tomó la copa que le han servido y le dio un gran trago para tomar más valentía. Se puso de pie y se quitó la chaqueta. 

Un aire frío erizo su piel apenas y su espalda quedó expuesta, escuchó los suspiros de sorpresa y las pesadas  miradas de más de un alfa puestos en él, le entregó la chaqueta al chico que se acercó a él al momento de quitárselo, el silencio posterior le hizo sonrojarse, su espalda expuesta mostraba perfectamente la joyería que adornaba la parte trasera de su cuerpo, parpadeo unas cuantas veces, Félix lo miraba a la distancia con una sonrisa en su rostro, Fermin busco con la mirada a Iñigo. De un lado a otro hasta notar que estaba detrás de él a unos pocos metros, prestando la total atención al igual que el resto. Se sintió aún más nervioso de lo normal. 
Un nuevo mensaje de Félix le hizo desviar su atención. 

'Te están comiendo con la mirada, le atinaste.' 


Se sonrojo hasta las orejas nuevamente, iba a responder pero la presencia de alguien más le hizo retroceder en su lugar. 


—Lo he visto llegar bien acompañado pero me sorprende que ahora se encuentre solo. Me presentó, Federico Valverde. Para servirle. —Fermin se tensó en su lugar cuando el alfa tomó su mano y besó el dorso del mismo. Por encima del anillo que claramente indicaba que era un omega casado. 

—Fermin... Fermin Martinez. —respondió, una corta sonrisa se dibujó en el rostro del alfa. Pensaba que con eso iba a ahuyentarlo pero fue todo lo contrario. 

—Podes llevar su apellido, pero sin llevar su marca yo creo que deberías seguir usando tu apellido de soltero, con todo respeto. —Los nervios carcomían a Fermin, sin saber qué responder se puso de pie excusándose con que iría al baño. El alfa sonrió y no hizo ni un amago de levantarse detrás suyo. Más bien dijo que lo esperaría, un poco apurado cruzó el salón y dejó a su paso su aroma lleno de nervios. Iñigo lo observó marcharse pero después siguió hablando con él hombre frente a él. 

 Fermin camino por el pasillo en silencio, a pocos pasos del baño de omegas sintió nuevamente unas manos rodear su cintura. Se tensó en su lugar. 

—Un omega sin marca, pero casado... de igual forma es un omega sin dueño. —la voz le hizo temblar, casi perdió el equilibrio. 

—Suélteme. —dijo apartándose para mirar al hombre que estaba detrás suyo, era un alfa mucho más grande que él y en esa zona no había absolutamente nadie. 
Fermin retrocedió mirando a sus lados. 

—No seas bravo, omega. ¿Por qué serle fiel a un hombre que ni te ha dado su marca? —el hombre acortó la distancia entre ellos. Acorralandolo contra la pared. Sus frías manos se posaron en su cintura y lo apegó a él, intentó gritar pero la gran mano tapó su boca. Las lágrimas se acumularon en sus orbes cuando el alfa bajó a la altura de su cuello y lo olfateó. 


—¡Tienes un segundo para sacar tus sucias manos de mi omega! —la voz de mando hizo temblar al otro alfa, quien se apartó de él lentamente. 

—Le quitas lo divertido a la vida. —murmuró antes de alejarse de ellos. 

—Que no escapé, dale una lección. —Fermin lo escuchó pero sus manos fueron a parar en sus brazos. Abrazándose de forma para darse seguridad a sí mismo, temblaba en su lugar. —Pequeño... mírame, lo siento por esto. —dijo Iñigo, lo tomó del mentón para observar, Fermin no lo dudo y saltó en sus brazos para ocultar su rostro en la zona donde desprendía su aroma. 

f ó r m u l a   d e    a m o r  [bichitos] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora