Cuando les llego la noticia sobre la muerte del rey Viserys y la usurpación al trono, Jacaerys no podía creerlo, no era capaz de creer que Aegon, fuera capaz de hacerle eso a su madre, antes había hablado con él y le había asegurado que no robaría el trono a su hermana, que no le interesaba gobernar, que, además, reconocía el derecho de su hermana y respetaba la decisión de su padre al nombrarla, el rey así lo había decidido, así que no entendía porque cambio de opinión tan drásticamente.
Él quería confiar en él, quería creer que no era su culpa, seguramente era cosa de su madre y de su abuelo, los Hightower, eran sumamente ambiciosos y se notaba a leguas sus ansias de poder, pero su Egg, no era así, él era un chico sensible y dulce, un chico que había estado falto del amor maternal y en quien nadie confiaba, que no era visto por lo que era, un dulce y gentil alfa, que tenía mucho más corazón que cerebro, el cerebro era él y Aegon, su corazón, estaba seguro de que en un futuro juntos gobernarían, sabia y generosamente el reino.
Cuando después de su madre, él le sucediera como rey y con Aegon, a su lado como rey consorte, Porque lo que, si era un hecho, era que el joven, estaba profundamente enamorado de su tío.
Ellos tenían un tierno romance secreto, un romance que mantenían oculto de sus padres y de todos los demás, no habían hecho nada escandaloso tampoco, tan solo ligeros besos en mejillas y labios, pero demasiado breves y tiernos, solo roces casuales con la mano, miradas furtivas y sonrisas coquetas, un amor inocente, después de todo ambos eran muy jóvenes entonces.
Y después debido a los desacuerdos de la princesa Raenyra, con la reina Alicent y las sospechas de varios cortesanos, sobre su legitimidad, la princesa había decidido dejar desembarco del rey con sus hijos y ubicarse en roca dragón, eso los había separado y ambos habían lucido muy tristes durante la despedida, se enviaban cartas ocasionales con los cuervos, pero no era lo mismo.
Por eso ahora él estaba confundido y no entendía como aquel, dulce alfa, que le prometió honrar el reclamo de su madre y amarlo como su esposo en un futuro, estaba fungiendo como rey, como usurpador., eso no tenía sentido, tenía que hablar con él y de ser posible evitar una guerra, y así fue como esta vez el corazón le gano a su razón y toda su genialidad, quedo suspendida para en un acto temerario tomar a Vermax, e ir al encuentro del alfa en quien confiaba, de aquel al que amaba.
Por supuesto su madre no tenía idea de esto, cuando lo vio partir en su dragón, ella imagino que iría al norte como habían quedado, en busca de una alianza con el actual "rey" Ella no conocía de nada al señor del norte actual, A quien vio muchos años atrás, había sido a su padre, pero las malas lenguas, habían llevado ciertos comentarios, sobre el lobo, que le hacían tener cierta reticencia.
Sin embargo, no podía dejarse llevar solo por chismes, su hijo era sabio, un gran estratega, un buen embajador sin duda, y si él consideraba al norteño como un hombre de honor, seguramente conseguiría que se uniera a su causa o por lo menos, que se mantuviese neutral y no apoyara al usurpador, si por el contrario Jace, pensaba que era una escoria como se rumoreaba, bueno la cosa sería muy distinta, pero su hijo llevaba un dragón, así que no debía sentir miedo ¿cierto?
Por supuesto la reina no tenía idea de que si bien su hijo pensaba ir al norte a llevar su mensaje pensaba hacerlo, solo si realmente era necesario, o sea si de verdad Aegon, le fallaba, porque primero fue a verlo él, con la esperanza de que todo fuese un malentendido.
Cuando Vermax, fue avistado y se dio la señal de un dragón acercándose, las capas doradas y demás actuaron con cautela, Aegon, sonrió al reconocer al dragón y no fue el único, la reina Alicent y su padre Otto, también lo hicieron.
Ese pequeño bastardo había caído como un ratón en la ratonera. Había ido directo a su perdición, ahora tendrían como chantajear a la reina.
Aemond no estaba, pues había ido a plantar un compromiso en bastión de tormentas, por lo que vagar tampoco estaba, pero no sería necesario, después de todo el joven había ido ondeando una bandera blanca de paz, había entrado y pedido hablar con Aegon, el cual salió a su encuentro con una sonrisa.
─ ¡Y aquí estas!
Dijo con júbilo intentando abrazarle.
─Sí aquí estoy, tenemos que hablar.
Dijo el joven seriamente evitando el abrazo, cosa que desagrado al rubio, pero asintió.
─La frase que todo alfa, teme oír de su omega.
─ ¿Soy tu omega Aegon?
─Se supone que los eras, es la idea ¿no?
─Lo era, pero ¿porque estas usurpando el trono de mi madre?
Aegon le miro molesto y grito:
─Así es como me vez, ¿cómo un usurpador?
─ ¿Acaso no lo eres? Vine aquí porque quiero confiar en ti, darte una oportunidad, quiero que me expliques que está pasando.
─Soy el rey eso esta pasando, al final mi padre cambio de opinión, mi madre me lo dijo, el pidió por mí, deseaba que yo le sucediera, no sé por qué, pero al final decidió reconocerme como su heredero.
─ ¿Y no has pensado que tu madre mintió? ¿estabas allí cuando lo dijo? ¿Alguien más estaba con el que pueda dar fe de eso?
─No, solo mi madre, pero ella no mentiría, vamos la conoces sabes que nunca le guste, ella no, no se interesa en mí, porque mentir a mi favor, si no le importo.
Jacaerys no quería ser cruel, no quería lastimar a su amado, pero sentía que tenia que decirle la verdad.
─Nadie lo oyó, solo ella afirma eso, Aegon, quizá tú no le intereses, pero el trono si, ella desea el poder, ellos desean que seas un rey marioneta.
El alfa lo miro furibundo, sus feromonas inundaron la habitación haciendo que el omega, sintiese un mareo, quizá se pasó y fue cruel, pero tenia que hacerle entender la verdad.
─ ¡Mientes! Tu tampoco confías en mí, no me crees capaz, es eso o te molesta que este robando tu corona.
─Es la corona de mi madre y se la estas robando, pero yo si confió en ti por eso vine aquí, por que te quiero, por que necesito saber ¿porque estas traicionando tus promesas?, se supone que seriamos pareja y...
─Y que, que yo sería en un fututo el rey consorte ¿no? ¿porque no puede ser al revés? ¿porque no puedes ser tú el rey consorte? No te he faltado, ni roto mi promesa, solo estoy tomando lo que me corresponde, yo soy el hijo varón, yo soy el alfa, porque dejar que mi hermana mujer y omega tome el trono. Yo siempre la respete, porque es lo que padre quería, pero el cambio de opinión, al final quiso darme valor y tu me lo quieres quitar.
─No, no es así yo solo... Podríamos habar con mi madre, si no hay mala fe ¿entonces porque se guardaron lo de mi abuelo y usurparon el trono?, ¿porque no dieron aviso al momento y buscaron una conciliación? Es porque saben que están cometiendo traición, que están mintiendo, que no hay pruebas de que el rey haya cambiado de opinión, yo no quiero que nuestra familia se divida, no quiero que haya una guerra por el trono, yo quiero estar a tu lado, pero no puedo traccionar a mi madre.
─Así que prefieres traicionarme a mí.
─Eres tú quien está eligiendo el camino que nos separa.
─Pero viniste, y te quedaras a mi lado.
Guardias, lleven al príncipe a instalarse, se quedará esta noche y las que siguen hasta que entre en razón.
─Aegon no ¿qué estás diciendo?
─Serás mío Jace, por tu gusto o no, si estas decepcionando de mi lo siento, pero no renunciare al trono, todos me subestiman, les mostrare que tengo el poder, que soy el rey, y como estaba previsto serás mi omega Y rey consorte y tu madre puede hacernos la guerra o hincar la rodilla ante mí. guardias lleven al príncipe a su antigua habitación, quiero a dos capas doradas en la pueta vigilando y asegúrense que Vermax, permanezca encadenado avisen a los cuidadores.
Fue entonces que Jacaerys, se dio cuenta que había cometido un terrible error.
Y arrancamos con el fic, espero les guste, déjenme sus opiniones, probablemente actualice sábados o domingos dependiendo de tiempo inspiration y claro la aceptación que tenga este y el otro fic que subiré.
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La maldición del lobo
FanfictionCregan Stark, el lobo de Winterfell, un poderoso alfa prime y conocido como el rey en el norte, tras independizarse y ya no fungir solo como un guardián, estaba maldito, tenía una maldición que le negaba el amor o eso es lo que decían y creían, los...