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-5 meses después de la boda-
Estaban solos, no había sirvientes en la casa, ni trabajadores, Sanwell estaba con Benjicot y Alysanee en desembarco del rey, mientras que Davos quedo a cargo de la casa junto con Aeron.
Pero era el día libre de la servidumbre, Aeron había cocinado por primera vez sin supervicion y esto había salido excelente, Davos no pudo estar más feliz por su omega que poco a poco se desenvolvia más, ya no estaba tan tímido o temeroso de actuar.
Ambos habían aprendido diversas actividades, Davis como castigo y Aeron por deseo, aunque la cocina no era el fuerte de Davos, Aeron había demostrado tener un talento nato de nacimiento, En bordado ambos eran buenos, como guerreros eran feroces.
Pero hoy habían decidido estar tranquilos solos, habían cabalgando un rato por el territorio Blackwood y estuvieron jugando en el río, ahí llego el primer beso desde la pelea, Aeron después del momento de adrenalina por su despertar se negó a volver a besarle y dejarse besar por Davos, seguía resentido por las palabras y el alfa intento de todo por volver a optener esos besos lo único que se mantuvo intacto eran los constantes regalos de Davos, pero eso no extraño a Aeron, Davos parecia quererte llenarle de joyas y ropa fina desde que se casaron, un regalo que le gustó bastante fue un vestido, solo tenía uno, que le regaló la reina y Davos le consiguió el segundo, era hermoso, era negro pero lleno de bordados rojo Blackwood y amarillo Bracken.
-"Creo que ya insulte bastante a la casa, tu eres un Bracken y yo un Blackwood, te amo sin importar la rivalidad, estamos juntos y vestido lo prueba”
Se lo regalo dejando un beso en su frente para después dejarlo probarlo solo, Aeron en ese momento quiso un beso pero Davos parecía aceptar que no podría besarlo en meses, ni el propio Aeron parecía feliz con ese castigo que el mismo impuso.
Por eso aprovecho el río, ambos riendo y relajados para volver a besarlo, ese beso pareció relajar más el cuerpo del alfa, como si lo estuviera esperando desde hace tiempo.
No era de sorpresa, fueron dos lunas, casi tres en los que no pudo besarle, la fue la tortura máxima, la segunda pudo llevarla mejor pero no del todo y esta que apenas iniciaba ya estaba perdiendo la cordura.
Pero el omega habían parecido perdonarle del todo, cosa que agradecía por que ya estaba empezando a volverse loco por la falta de tacto, necesitaba besarle, mimarle y abrazarle, esos dos se habían vuelto escasos en dos lunas, incluso Davos pensaba que su accionar le había condenado a un matrimonio donde solo se cumplía el deber, temía eso.
Davos solo había salido un par de veces a celebrar las cacerías, pero ya no disfrutaba esas celebraciones se escabullia pronto a la casa, durmiendo temprano y evitando el vino casi por completo, Aaron había notado ese actuar pero nunca recibía una respuesta clara solo un
“Aprendí mi lección”
Hasta ese día en el río donde ambos se besaron con fuerza en medio de este, Davos pudo sentir un poco de paz volver a su cuerpo.
Ambos terminaron sobre el pasto besandose con intencidad ninguno deseaba separarse del otro, había pequeños momentos de respiro y besos más dulces pero ninguno quería separar sus bocas, el sol empezaba a caer cuando ambos tomaron sus cosas corriendo para volver a la casa, habían estado demasiado fuera.
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Cuando llegaron acababa de llegar uno de los comerciantes y Davos se encargo del pago que se le hacia por los productos, mientras que Aeron calentaba agua para quitarse el barro y pasto del cuerpo.
Cuando terminaron de acomodar todo en la cocina ambos prepararon la tina.
-Bañate primero, yo prepararé más agua para mi tina
