Más que una niñera || Jegulus (Terminada)

8.- Te conozco más de lo que crees.

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Te conozco más de lo que crees

El viaje sería el día Jueves, y aprovecharían el sábado y domingo para conocer París.

Regulus pidió permiso en la guardería para toda la semana, para hacer preparativos del viaje y cosas así.

Por parte de James el también pidió toda esa semana en su trabajo. Pasaron todo el lunes juntos en la casa de James, buscaron a Harry en la escuela y pasaron el resto del día juntos los tres.

Hoy, día martes, habían quedado en que Regulus volviera a casa de James, lo ayudaría a escoger la ropa que empacaría y la que ocuparía el día siguiente.

-¡Reg! -Saludo el pequeño Harry, abrazándose a sus piernas

Al final había optado por hacer caso a Hermione y enamorarse de Draco, pues Regulus era muy mayor para el y de notaba que a su padre le gustaba.

-Hazz, ¿Cómo estás pequeño? ¿Preparado para el viaje?

-Sii, tío Padfoot me ayudó con la maleta.

-¿Padfoot? ¿Es un apodo o su nombre? -consulto depositando un beso en su frente

-Es mi apodo.

Regulus volteo a ver a "Padfoot" algo confuso.

Lo conocía, lo conocía mejor de lo que cualquier persona creería.

-Un gusto, Sirius Black -Extendio su mano con una arqueada

¿No lo reconoció...? ¿O simplemente estaba pasando de largo de el...?

-Regulus Black, el gusto es mío -Recibio su mano esbozando una sonrisa cálida

¡Estaba vivo! ¡Intacto! Tenia sus crespos, su pálida piel, sus ojos brillantes... ¡estaba bien...!

-¡Prongs! ¡Ya llegó! -Grito mientras se daba vuelta sin siquiera dirigirle la palabra

No entendía, pero más le valía quedarse en silencio, Nada de Capella, ni de Orión ni de Walburga ni de "Hola, soy tu hermano".

Entro sin bajar a Harry de sus brazos, el pequeño lo hacía sentir más seguro.

-Reggie, pensé que no llegarías - Saludó James tomando jugo

-Tu sabes que odio la impuntualidad, pero se me pusieron unos percances con Lunita y Evan. -James asintió

Regulus nunca los mencióno, a ninguna Luna ni Evan, pero prefería reservarse la pregunta.

-Rems -Saludo a el mayor palmeandole el hombro ante la atenta mirada de Sirius-. Bien, ¿En qué puedo ayudar?

-En mi maleta, ¿Me acompañas? -Regulus asintió y lo siguió escaleras arriba con un nudo en la garganta.

•••

-¿Donde estudiaste? -Consulto Sirius con una mueca

Por alguna razón Desde que terminó de empacar con James, y bajo las escaleras el tema de conversación se vaso en su vida.

Sirius estaba ocupado preguntando y preguntando mientras tiraba comentarios pasivos agresivos.

No entendía... Sirius su Estrella, ya no era lo mismo, quizás no se había dado cuenta de que era el... O quizás simplemente lo odiaba por no volver.

-Yo estudie en Beauxbatons, ¿Y Ustedes? -Regulus mantuvo su sonrisa aunque estaba incómodo

-Hogwarts. -Se cruzó de brazos serio- ¿Exiliado?

-Desde los trece, hace casi diez años -Suspiro-. ¿A qué vienen esas preguntas?

-Quiero saber de ti, no te reconozco.

Regulus se quedó en silencio y se cruzó de brazos observándolo.

Todos estaban tensos, menos Hazz, quien dormía en el sofá con paz.

-Con todo respeto, no entiendo que te traes entre manos, ni que te hice, pero no me parece justo que apenas te vi estés tirando comentarios Pasivos agresivos sin siquiera conocerme -Todos lo miraron tensos-. Conozco a Rems desde una salida con Dorcas, y a James por que soy maestro de Hazz, a ti no te he visto en años, así que no entiendo el porque.

-¿No me has visto en años? ¿A qué te refieres? -Sirius se puso de pie de golpe para dar la vuelta a la mesa y quedar a un lado de Regulus

-No me refiero a nada, Black, no te conozco. -Se limitó a decir con el nudo en la garganta pero manteniendo el rostro sereno

-No, no me conoces, y a ellos tampoco ¿Quien eres Regulus Black? Estuve catorce años en esa puta familia y jamás te conocí, no escuché de ti y no estuviste en el árbol genealógico.

-Me voy, yo vine aquí para ayudar a James, no se por que me quedé -Se levantó de su asiento y agarró sus cosas- Adiós, James, y Rems, despidanse de Hazz por mi.

Camino a la salida con rapidez, pero Sirius lo persiguió.

Ni James ni Remus intervinieron, solo se miraron, analizaron la situación y se quedaron allí.

Eran problemas de familia, sabían que ahí había algo más, así que prefirieron mantenerse a el margen.

-¿Quien eres? ¿Que quieres de ellos? -Sirius lo siguió

-Orion Black, Walburga Black, ellos son tus padres, y espero, en verdad espero que tú no seas como ellos.

-No has respondido, ¿Quien mierda eres? No te conozco, jamás lo hice, ¿Quien eres y que quieres con las personas a las que quiero?

-Si, Si nos conocemos y se mucho más de lo que crees... O bueno, conozco de lo que antes eras.

-No, no es así. No te conozco y no sé qué haces aquí, o siquiera quien eres.

-No es algo que necesites saber, yo vine desde París a buscar a alguien, y a vivir en paz, una de ellas se cumplió y la otra tú me la impides. -Contesto sacando su celular del bolsillo

-¿Por que mientes? No te conozco, Regulus.

-Si, Sirius Orión Black, Hijo de Walburga y Orión Black. Se llama como una estrella, tiene una pequeña hermana menor Capella, ambos de pequeños miraban las estrellas y decían ser parte de ellas. -Suspiro intentando no llorar

No quería arruinar la vida de Sirius apareciendo así como así luego de años.

Tenía que alejarse de James y de Harry... Si no lo hacía terminaría metiéndose en sus vidas, se metería en la de Sirius y Remus y... No quería cagarla, no quería arruinarlo.

-Estrellita... -Murmuro Sirius retrocediendo

Se sentía extraño.

Capella Hadar Black, su hermana menor.
Siempre supo que con ella Orión ocupo un castigo que con el jamás ocuparía, un castigo que quizás terminaría con su hermana.

Y así fue, lo hizo, y aquí la tenía, frente a el con otro nombre distinto pero siendo la misma mujer, la misma mujer de su sangre, o bueno, ahora Hombre.

-Yo... Creí que tú ya no estabas... -Murmuró-. Lo siento... Lo siento... Cariño, en verdad los siento... Yo sabía que el haría eso y no lo detuve, sabía que pasaría pero no tenía las fuerzas de detenerlo...

-Pero aquí estoy, ¿No? De vuelta, después de diez años... -Sirius se
acerco a Regulus en silencio- Pensé que estabas muerto, Siri... Yo pensé que jamás te volvería a ver...

Los brazos de su hermano lo rodearon y ambos se permitieron llorar.

Nadie los interrumpió o molesto, fueron felices con la compañía del otro por primera vez en tanto tiempo.