prólogo

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Emoción.







Esa palabra, ese sentimiento, que al decirlo ya te entran escalofríos.







Eso fue lo que yo sentí cuando la vi subida en el ring después de haberse propuesto el mayor reto de su vida hasta ahora. Y lo consiguió.

Y ahí me di cuenta, que si ella pudo, yo también.

Me quité la lágrima que salió por mí ojo derecho.

Yo no lloro por estas cosas. Me repetí a mi misma.

Era increíble como el calor de la gente ya te daba la energía suficiente para seguir adelante. Era increíble que ella tuviera a todas esas personas siguiendo su camino y que, en parte, gracias a eso y a su disciplina está donde está ahora.

¿En algún momento llegaré a experimentar eso?

¿En algún momento seré así de importante?

Todos saltaban a mí lado, gritando y volviéndose locos. Yo solo miraba, pensaba y mi vista siempre se guiaba hacia abajo.

No sé si seré capaz de conseguir eso.

—¡QUE HEMOS GANADO, HA GANADO!— repetían todos saltando, haciendo que alguna vez mi cuerpo se tambalee.

—Eh, Nicole, ¿éstas bien?—escuché a mí amigo en mi oído.

Le miré a la cara, tenía los ojos brillantes de emoción.

Sonreí—Si, no te preocupes—

El me devolvió la sonrisa y siguió saltando y cuando pude ver que nadie me prestaba atención, me fui como pude del front stage hacia un lugar más tranquilo.

Mi respiración se agitaba, sentía que necesitaba eso yo también. Sentía que necesitaba mi momento para poder demostrarle a la gente que no soy como creen.

La gente no me creerá.

Pero pondré todos mis esfuerzos en ello.

Me senté en el primer bordillo que vi en la salida del Civitas Metropolitano.
¿Cómo coño, después de que nadie confiará en Rivers, ha vuelto a ganar el segundo combate? ¿Dos combates en una noche?

No me rayaba el hecho de haberlo hecho, me rayaba el hecho de como lo ha hecho. Las lágrimas salían por mis ojos tan rápido como mis pensamientos, arruinando mi maquillaje tan bonito de esa noche.

Vi a un grupo de chicos en la otra punta de la esquina del estadio, se ve que lo estaban pasando bien. Me seque las lágrimas y suspiré bien fuerte.

Después de que me hayan tachado de zorra en redes sociales, hasta respirar se hace difícil. Ahí es cuando te das cuenta de que no tienes a nadie. A nadie. Solo a ti misma.













🥊⚡

𝐄𝐌𝐎𝐂𝐈Ó𝐍 | yosoyplexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora