|Capítulo 2: Los populares|

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Tessa arrastró del brazo a Lucy hasta que llegaron a su salón. Todo el mundo llegaba tarde, igual que ellas, después de presenciar el espectáculo de los cuatro mosqueteros.

—¿Siempre los reciben así en la entrada? —preguntó Lucy con curiosidad.

Tessa asintió enérgicamente. —¡Por supuesto! Son los chicos más guapos y populares del colegio, ¡todos se derriten por ellos!

Lucy frunció el ceño, encontrando la respuesta un tanto repetitiva. Sin embargo, antes de que pudiera comentar algo, una profesora apareció con un montón de carpetas y un maletín.

—Ven, siéntate detrás de mí —le dijo Tessa guiñándole un ojo.

Lucy no estaba muy convencida. ¿Y si ya había alguien sentado allí? Mientras todos encontraban su lugar, Tessa saludó a un par de compañeros dándoles un sonoro beso en la mejilla.

—Tú sí que eres sociable —observó Lucy.

Tessa se volteó con una sonrisa.

—Ya te presentaré a mis amigos en el almuerzo.

Todos se callaron al llegar la profesora. Lucy la encontró sumamente bella, con un vestido negro ajustado, una cintura de avispa, el cabello rubio y rizado hasta la cintura, y unos lentes puntiagudos.

—¿Ella es nuestra profesora? —le susurró Lucy a Tessa—. Parece sacada de una película porno.

Su amiga apenas se contuvo la risa. La profesora notó la situación y dirigió su vista hacia ellas. Hubo unos breves segundos de miradas entre ellas. La profesora levantó una ceja con cierto desdén, Lucy se sintió incómoda y bajó la cabeza.

«¿Y a esta que se le perdió?»

—¿Estudiante nueva? ¿A mitad de semestre? —preguntó la profesora en voz alta mientras se cruzaba de brazos. Todos los estudiantes se voltearon para observar.

Lucy tragó saliva con dificultad. —Sí.

La profesora le dio una mirada escrutadora. —¿Nombre?

—Lucinda Emerson.

—Párese y vuelva a decirlo —espetó la profesora, como si fuera una falta de respeto que no se levantara.

Lucy se puso de pie, sintiendo cómo el calor le subía repentinamente por el cuerpo.

«Supongo que así se siente la vergüenza». Pero justo cuando iba a decir su nombre, tocaron la puerta.

—¡Pase! —gritó la profesora sin apartar la mirada de Lucy.

La puerta se abrió. Primero entró un chico con un balón en las manos, a quien Lucy reconoció como uno de los "cuatro mosqueteros" que recientemente habían causado todo un alboroto. Detrás de él apareció otro chico, el líder del grupo. Ambos parecían serios y ni siquiera se detuvieron a mirar a la profesora, quien parecía ofendida.

Que mueran los protagonistas [En proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora