Radiante bajo la tenue luz del salón, parece salido de un sueño romántico con su traje elegante.
El traje, de un negro aterciopelado, se ajusta perfectamente a su esbelta figura, destacando su porte distinguido.
Cada detalle del conjunto ha sido escogido con un gusto exquisito, desde la chaqueta de solapa de pico hasta el corte entallado que realza sus hombros y cintura, evocando la imagen de un caballero de cuentos de hadas.
La camisa, de un blanco inmaculado, es de una suavidad que invita al tacto, mientras que la corbata, de un azul profundo que recuerda al cielo estrellado, añade una nota de misterio y pasión.
Su nudo perfecto sugiere una paciencia y cuidado que solo un verdadero romántico podría poseer.
Los gemelos de plata en los puños de la camisa capturan y reflejan la luz, brillando con cada movimiento de sus manos, como si llevara consigo una pequeña constelación.
Sus zapatos de charol negro están tan pulidos que parecen espejos, reflejando el brillo de la habitación y cada paso que da.
El cabello, peinado con elegancia hacia atrás, resalta la perfección de sus facciones, permitiendo que su mirada intensa y profunda se destaque aún más.
Su presencia, poderosa y gentil a la vez, envuelve a todos los que lo rodean en una atmósfera de ensueño.
Lucas se dejaba llevar por la música en el centro de la abarrotada pista de baile, moviéndose con gracia y precisión.
A su lado, una chica sonreía mientras seguían el ritmo de la canción. Bailaban con una complicidad evidente, atrayendo las miradas curiosas de quienes los rodeaban.
Después de una serie de movimientos fluidos, Lucas y la chica se separaron con una sonrisa y aplausos de los presentes.
Él la agradeció con un gesto cortés y se alejó lentamente de la pista de baile, encontrándose con su amigo Johan en una esquina apartada del salón.
- Parece que te divertiste ahí.-
- Asiente con una sonrisa leve - Sí, fue un buen baile. Ella baila increíble.-
- Frunciendo el ceño ligeramente Johan se atreve a preguntar- ¿Todo bien, hermano? Te noto un poco distante.-
Lucas suspiró y se pasó una mano por el cabello, dejando escapar una mezcla de emociones.
- Solo pensando en algunas cosas, ya sabes.-
- Johan asiente comprensivamente- ¿Tiene algo que ver con Emily?
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Lucas estaba sentado en un rincón tranquilo del salón, mirando a su alrededor con una expresión pensativa. La luz de los reflectores bañaba la habitación en tonos cálidos y fríos, pero en sus ojos había una melancolía que no podía ocultar.
Johan, se acercó y se sentó frente a él, decidido a hablar sobre el tema que Lucas siempre evitaba.
- Hey, he notado que últimamente has estado evadiendo cualquier conversación sobre Emily. ¿Hay alguna razón en particular por la que no te estás dando otra oportunidad?-
Lucas suspiró y esbozó una sonrisa triste.
- Es complicado. No es que no quiera darme otra oportunidad, es solo que… no es fácil olvidar lo que una vez viví.-
- Entiendo que tuviste una relación significativa en el pasado. ¿Te gustaría hablar acerca de ello?-
Lucas asintió lentamente, recordando aquellos momentos que aún dolían en su corazón.