En busca del amor

Parque

Al día siguiente, Kagami decidió dar un paseo por el parque, mientras camina por los pasillos del castillo se encuentra a Marinette.

Marinette: -¡Kagami! Qué coincidencia encontrarte aquí. ¿Cómo estás?-

Kagami sonrió al ver a su amiga y se acercó a saludarla.

Kagami: -¡Hola, Marinette! Estoy muy bien, gracias. ¿Y tú?-

Marinette: -Yo también estoy bien. Adrien y yo tuvimos una sesión de piano increíble ayer. ¡Fue tan divertido!-

Kagami: -Me alegra mucho escucharlo. Ayer fue un día mágico para mí también. Félix me mostró algunos de sus lugares favoritos y me regaló este collar de perlas-

Marinette observó el collar con admiración.

Marinette: -Es realmente hermoso, Kagami. Se ve que Félix te aprecia mucho. ¿Qué planes tienes para hoy?-

Kagami: -Pensaba dar un paseo por el parque ¿Quieres que te traiga algo?-

Marinette: -¡Claro! Me encantaría que me trajeras algunas fresas, ya sabes que son mis favoritas-

Kagami: -Perfecto, te traeré algunas fresas. Disfruta de tu día, Marinette. Nos vemos luego-

Marinette: -Gracias, Kagami. ¡Nos vemos!-

Kagami salió del castillo y se dirigió al parque, disfrutando del aire fresco y el canto de los pájaros. Mientras caminaba, no podía dejar de pensar en Félix y en lo especial que había sido el día anterior. Se sentía afortunada de tener a alguien tan atento y cariñoso en su vida. Al llegar al mercado cerca del parque, Kagami compró fresas frescas y algunas flores para Marinette.

Después de pagar, Kagami continuó su paseo por el parque. La brisa fresca y el aroma de las flores la envolvieron, haciéndola sentir en paz. Mientras caminaba, sus pensamientos volvieron a Félix y al día mágico que habían compartido.

Mientras Kagami caminaba escucho a un caballo a lo lejos, Kagami se acercó donde se escuchaba el sonido y vio a Félix montando a caballo con elegancia.

Kagami se acercó con curiosidad y admiración hacia Félix, quien montaba al caballo con gracia y elegancia. Al verla, Félix sonrió ampliamente y se acercó a ella.

Félix: (Bajando del caballo) -¡Kagami! Qué sorpresa verte aquí. ¿Cómo estás?-

Kagami: -Hola, Félix. Estoy bien, gracias. No mentias cuando dijiste que eres excelente montando a caballo-

Félix sonrió con modestia mientras acariciaba la cabeza del caballo.

Félix: -Gracias, Kagami. Montar a caballo es algo que me apasiona desde niño. ¿Cómo estuvo tu mañana?-

Kagami: -Muy bien. Estoy dando un paseo por el parque. Marinette me pidió que le trajera algunas fresas-

Félix: -Marinette tiene buen gusto. Seguro disfrutará de las fresas-

Kagami sonrió, asintiendo con entusiasmo.

Kagami: -Seguro que sí. Tu caballo es lindo-

Félix: -Gracias, Kagami. El es Estrella. Montar a caballo es algo que me apasiona desde niño-

Kagami: -Es realmente hermoso-

Kagami intento acariciar al caballo, pero el caballo no se dejo.

Kagami: -¿Crees que le moleste?-

Félix: -Estrella y yo tenemos un lazo especial de amistad y respeto mutuo. Puede ser un poco reservado con los extraños, pero...-