Emociones

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Mientras tanto, Félix caminó por los pasillos del castillo, dirigiéndose a la habitación de su madre, con los pensamientos de Kagami aún en su mente. Llegó a la puerta y tocó suavemente antes de entrar.

Amelie: -¡Félix, querido! Adelante-

Félix: -Buenos días, madre. Dijiste que querías verme-

Amelie: -Sí, hijo. Quería hablar contigo sobre tus sentimientos hacia Kagami. Sé que has pasado mucho tiempo con ella últimamente, y he notado cómo la miras. Quiero que sepas que estoy aquí para apoyarte en lo que decidas-

Félix se sintió sorprendido por la perspicacia de su madre, pero también reconfortado por su apoyo.

Félix: -Bueno, creo que no puedo ocultarte nada- (Amelie sonrió, acercándose a su hijo)

Amelie: -No, querido. Conozco a mi hijo mejor que nadie. Y puedo ver que Kagami es importante para ti-

Félix: -Es verdad, mamá. Kagami significa mucho para mí. Pero tengo miedo de que mis sentimientos no sean completamente correspondidos-

Amelie: -Félix, el amor siempre implica un riesgo. Pero si no eres sincero con tus sentimientos, nunca sabrás lo que podría haber sido. Kagami parece ser una joven extraordinaria y estoy segura de que aprecia tu sinceridad y caballerosidad. En el amor…-

Félix: (Sonríe) -…El tamaño no importa-

Amelie asiente con una sonrisa y Félix abraza a su madre. Y Amelie corresponde el abrazo. En ese momento, Félix se sintió más seguro de sus sentimientos y decidido a ser honesto con Kagami. Se despidió de su madre y se dirigió al lugar donde sabía que encontraría a Kagami.

*

Mientras Félix caminaba por los pasillos del castillo su mente estaba llena de pensamientos y emociones. Se dio cuenta de cuánto había crecido y madurado en sus sentimientos hacia Kagami, pero también había encontrado una conexión profunda y sincera con Kagami. Esta relación le había enseñado el valor de la valentía y la honestidad.

Finalmente, Félix encontró a Kagami en uno de los jardines del castillo, rodeada de flores en pleno florecimiento. La luz del sol realzaba su belleza, y Félix sintió un nudo en el estómago al verla.

Kagami: -¡Félix! Qué bueno verte. Justo estaba pensando en ti-

Félix: -Hola, Kagami. Quería hablar contigo sobre algo importante-

Kagami: -Yo también-

Félix: -Aunque me gustaría que fuera en un lugar más apartado. Si no te molesta, claro-

Kagami asintió con una sonrisa, sintiéndose emocionada por lo que estaba por venir. Caminaron juntos en silencio por los pasillos del castillo, disfrutando de la serenidad del lugar mientras se dirigían hacia el lago.

Félix y Kagami llegaron al lago donde habían compartido momentos especiales antes. El ambiente tranquilo y la belleza del entorno parecían envolverlos en una atmósfera íntima y serena. Félix tomó la mano de Kagami con ternura mientras caminaban hacia el muelle donde habían desembarcado la última vez.

Félix: -Kagami, gracias por venir aquí conmigo. Hay algo que quiero decirte desde hace tiempo…-

Kagami lo miró con una sonrisa, sintiendo la emoción y la seriedad en la voz de Félix. Ambos suben al yate, listos para navegar hacia un lugar más apartado en el lago. Félix miró a Kagami con determinación mientras el yate comenzaba a deslizarse suavemente sobre el agua. Sabía que este era el momento de ser sincero.

En busca del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora