Libro III de la trilogía Tentación
Isabella después de pasar 5 años fuera de España decide volver y enfrentar todo lo que había dejado atrás para poder sanar, pero el camino no será fácil pues su amor de la adolescencia volverá con más fuerza que a...
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— Isa, ve a la habitación, tengo que hablar con Daycare y Amaya. Hablaremos nosotras dos más tarde— asentí sin protestar, no quería atarme más la soga al cuello, porque aunque Devora parecía serena se que debajo de esa máscara está a solo segundos de explotar; Ana se unió a mí en la habitación junto con Ate y Eris que salieron apenas llegamos.
— ¿Isabella que está pasando?— la que rompió el silencio fue Eris, a pesar del poco tiempo que llevo conociéndola se ve que no anda con rodeos, su tono exigía una respuesta rápida y directa de la situación.
— ¿Por qué intuyes que yo lo sé?
— Porque Devora te ha mantenido aquí más de lo normal, Daycare no nos deja salir si no tenemos mínimo a diez guardias a nuestras espaldas y a estado hablando mucho con nuestro padre— explicó con irritación, al parecer lo que estaba pasando tampoco era de su agrado— Así que dinos, porque mi obstinado esposo no ha querido decirme nada en absoluto.
Mordí mis labios antes de siquiera hablar ¿Sería prudente ser yo la que les contará? Pero si no lo hago tal parece que Eris me lo sacará a la fuerza, de eso estoy segura. Respiré profundo, y comencé.
— ¿Devora les habló de su hermano?— ellas asintieron en respuesta— Bien, pues al parecer a vuelto. Hace unas semanas llegó una caja a mi casa, en ella habían animales muertos y una nota que mi novia leyó, luego de la nada me aparece un acosador y hoy... la vi— exclamé sintiendo como las ganas de llorar me agobiaban, ver sus ojos de nuevo era horrible, mucho más recordarlos verme tan intensamente.
— ¿A quién viste Isa, no comprendo?— intervino Ate con un tono más suave que su hermana, no había exigencia, más bien... intriga o quizás curiosidad mezclada con preocupación.
— Ella se refiere a Yoana, no tengo muy claro quien es, pero es aterradora— Ana puso en contesto a las chicas por mí, siendo más rápida al hablar que yo.
— Ella fue mi maestra cuando estudiaba con Devora.
— Espera, detente ahí ¿Estudiar con Devora? Pero ella es mayor que tu ¿Cómo sería posible eso?
— Nos vamos a desviar si se los explico — aseguré, retomando el tema principal— El punto es que ella es una loca que robaba la mercancía de Devora junto con su hermano que la odia y... Dios, son unos sádicos.
— Si, pude ver a esa mujer hoy en el parque, se atrevió a tocar a Isa. Debía de saber que estábamos solas o de lo contrario no se hubiera acercado tanto— meditó en voz alta la castaña a mi lado en la cama, ajustando sus lentes y posando una de sus manos en su barbilla— Quedó tiesa en su lugar, mirándola. Esa mujer es peligrosa, pude verlo.
— Nuestras parejas también— afirmó con seguridad la gemela de Eris, cruzando sus brazos sobre su pecho y mirando al pequeño Bastián en los brazos de su hermana— Aún no lo he visto y espero no hacerlo, pero Daycare y Devora serían capaces de matar por nosotras sin pensarlo dos veces. Mientras nos quedemos con ellos estamos a salvo, somos una familia. Cambian de tema ¿Sabes disparar, Isabella?— La pregunta me tomó por sorpresa, sin embargo negué un par de veces.— Bien. Ana tampoco sabe, mi esposo no la deja siquiera acercarse a un arma pero tienen que aprender; Felix no está así que Ate y yo las enseñaremos... al menos lo básico.
