Desición precipitada

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                                                                   ¡¡¡ADVERTENCIA!!!

Este capítulo contiene escenas de violación y/o escenas sensibles para algunos espectadores, se recomienda leer sólo si están absortos de lo que puede contener el capítulo, ya que nosotras no nos haremos responsables de los reclamos, o tal vez quejas que nuestros lectores puedan tener, así qué, léanlo bajo responsabilidad personal, mucho más si el lector es menor de los trece años, se recomienda mantener la absoluta discreción. Y sin más que decir, disfruten del capítulo :3.

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Ellen llegó a su casa, y al bajar del auto junto con sus dos canes, cerró la puerta con una basta fuerza para dirigirse con velocidad al interior de la casa. Y al entrar por la puerta, miró hacia la sala principal de la mansión, y al ver cada uno de los tres sofás que en ella había, miró a Rose, sus padres, a Robert, y a su padre a su lado. Parecían estar alegres, pero sin previo aviso, Ellen cerró la puerta con fuerza y al instante giraron a ver por el estruendoso sonido, pero sus rostros sonrieron al verla, y todos se levantaron de sus lugares, preparados para saludarla.

-Buenas tardes. -dijo con elegancia, tratando de ocultar la expresión de ogro que su rostro aún tenía.

-Buenas tardes hija. -dijeron sus padres al unísono, sonriendo con placidez. 

-Buenas tardes, joven Ellen. -el padre de su prometido extendió su mano, estrechándola con la de Ellen. 

-Buenas tardes, mi pequeño copito. -Rose se acercó a ella y acarició una de sus mejillas.

-Buenas tardes, mi querida Ellen. -Robert se acercó a ella, y besó una de sus mejillas mientras levantaba su rostro a él. 

Sin tomarle mucha importancia al tema, se sentó al lado de sus padres, y al instante, su madre tomó una de sus manos y la apoyó en su regazo, acariciándola, y tomando un respiro, esperando a que alguno siguiera con la conversación, decidió hacerlo por su cuenta, ya que ninguno había soltado una sola palabra.

-Hija, antes de que tú llegaras, estuvimos hablando de algo que ya está decidido, y queremos comentártelo hoy, por eso mismo todos estamos reunidos aquí. 

-¿Qué pasa?. -dijo con serenidad. 

-Tus padres, Rose y yo viajaremos hoy hacía las Bahamas por cuestiones de negocios, pero la idea de que quedes absolutamente sola aquí, nos perturba demasiado, es por eso que en éste mes en el que estaremos viajando, te quedarás en compañía con mi hijo. -al escuchar la última frase, el rostro de Ellen se palideció aún más. 

-¿Qué te parece la idea hija?. -preguntó su padre con entusiasmo- Al fin y al cabo en unos pocos meses te comprometerás con él, y tal vez y tendrán que irse a vivir juntos.  -sonrió de manera extraña.

-¿Tú que piensas sobre esto Rose?. -preguntó, mirando a su cuidadora.

-Tu decisión es la más importante aquí, copito, eso no va por mi cuenta. -dijo con suavidad en su voz. 

Después se unos largos y eternos minutos, en donde Ellen se debatía a sí misma que hacer, suspiró, y pensando en el maldito de Leo, tomó fuerzas y dijo;

-Si, si me quedaré con Robert.

Todos aplaudieron con fuerza mientras que Rose esbozaba una sonrisa melancólica, algo que Ellen no estaba acostumbrada a ver, pero así mismo como ella lo había dicho, era su desición la que importaba en ese momento, y pensar en alguna salida a su futura boda con Robert, era ilógico.

Revenge and MoneyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora