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Zheng Yi Sao(Ching Shih)

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Zheng Yi Sao
(Ching Shih)

Nacionalidad: China
Color de Cabello: Amarillo
Color de ojo: Negro
Estatura: 1.67

A principios del Siglo XVIII, en los mares Ocracoke, Provincia de Carolina del Norte. Todos pensaron que la Muerte de Barbanegra, el pirata más tenido en toda la historia, había puesto fin a los años dorados de la Piratería. Las fuerzas coloniales de la Marina, iniciaron la gran casería de Piratas, capturando todos los barcos hostiles del océano. Algunos fueron hundidos en el fondo del océano. Y sus tripulantes, todos fueron sentenciados a la orca por sus crimenes de Saqueo y secuestro. Otros, fueron sentenciados a decapitación, o la guillotina

Con el fin de la Piratería, todos pensaron que la paz había reinado por los mares por un Gran Tiempo. Para que todos los marineros puedan cruzar los hermosos y grandes océanos sin sufrir asaltos o extorsiones

Sin embargo, aún que ahora los piratas ya poco a poco se estaban extinguiendo. Sufriendo pérdidas de tripulantes y lugares secretos. Alguien, empezó a volver a aterrorizar los mares, retomando el trono que Barbanegra había dejado por hace tiempo.

Y no era un hombre

Fue una mujer, quien se atribuía, la Reina de los Piratas

Entre el siglo XIX, en los años, 1801 - 1810, Cheng Shih, aterrorizó todas las flotas marítimas con una Temible cantidad de más 1000 barcos, y un ejercito de 100.000 subordinados. Uno a uno, está mujer aterrorizó más de un imperio, los mares de China no podían darse el lujo de salir al mar, sin toparse con esta mujer, y encontrarse con tal enorme ejercito.

Sin más opciones, las fuerzas Chinas le pidieron ayuda a las fuerzas Inglesas, Españolas y Portuguesas. Iniciando la búsqueda de la más Temible Pirata de los 7 mares. Sin éxito, la Marina fracaso incontables veces en encontrar a Ching Shih, incluso solo perdieron más de sus soldados a manos de su temible ejército, La Flota Roja. Los países del mundo, sabían que se estaban enfrentando a una mujer demasiado lista y calculadora para ellos. Sin éxitos, está mujer siguió saqueando barcos, causando guerras marítimas, asaltando pueblos. Su poder autoritario fue tan grande, qué las fuerzas extranjero no tuvieron mas elección que rendirse ante élla

Si más Opciones, China le propuso a la mujer un Tratado de Paz, para que ella converse todas sus riquezas, a cambio de que dejara la Vida de la Piratería.

Todos pensaron que con ese tratado, está mujer dejaría atrás su vida llena de saqueos y muertes. Pero nadie pensaría, que no lo haría en Muerte

REGRESANDO AL PRESENTE

La mujer Rubia estaba detrás de la Peliazul, manoseando sus enormes pechos con brigor

Ching Shih: Mm... Siguen siendo grandes, igual que siempre... Es un verdadero lujo masajearlas — sonrojada y exitada

Kousaka Junpei, El Espíritu de la Venganza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora