⚠️CORRIGIENDO ⚠️•°Tal vez sea amor? [Tommy Vercetti x Claude Speed ]°• GTA

CAP. 5 ★°¿Caminos cruzados?°★

Liberty City es un lugar lleno de sorpresas, pero a veces las sorpresas más grandes vienen de personas que creías conocer. La vez pasada, por alguna razón inexplicable, Claude se abrió un poco. Me dijo que no le importaba lo que hiciera, pero sabía que estaba mintiendo. No sé por qué, pero tenía la necesidad de entenderlo, de averiguar qué pasaba en su cabeza. Así que decidí que era hora de visitarlo.

Mientras conducía por las calles, las luces frías y el ruido constante de los coches me envolvían. La ciudad vibraba, pero yo tenía la mente en otro lugar. El eco de sus palabras resonaba en mi cabeza. "No me importa". ¿Por qué le había dicho eso? Era un tipo que jamás se abría a nadie, y de repente estaba dando pistas de que había algo más. Me irritaba, y al mismo tiempo me intrigaba.

Mientras avanzaba, el destino me llevó a una pequeña cafetería en una esquina. Las ventanas estaban empañadas, y por un instante, me detuve frente a la puerta, observando a través del cristal. Entonces lo vi: Claude estaba sentado en una mesa con una chica. Sus ojos brillaban, pero lo que más me sorprendió fue la forma en que se movía nerviosamente en la silla, como si estuviera en una entrevista de trabajo, y Claude, con su habitual indiferencia, parecía estar en otro mundo.

Sentí una punzada en el pecho. Algo en la escena me hizo sentir incómodo. Era como si al verlos juntos, se desatara una mezcla de celos y frustración que no podía explicar. ¿Qué demonios le pasaba a Claude? Era como si, en ese instante, su frialdad se derritiera un poco con la presencia de ella.

Decidí que no podía quedarme ahí mirando como un idiota. Entré en la cafetería, la campanita sonó, y el aire cálido me envolvió. Cuando me acerqué a ellos, él me saludó con un movimiento de cabeza, casi despreciativo, mientras que la chica me miraba con sorpresa.

Lo que realmente llamó mi atención fue la chica que lo acompañaba. Una joven extrovertida que siempre parecía estar llena de vida. A diferencia de Claude, que se sentaba como una estatua, ella movía las manos al hablar, sonriendo y tratando de mantener la conversación. Una especie de contraste cómico entre ellos.

—¿Quién es la bella acompañante? —le pregunté, acercándome a la mesa con un tono sarcástico que era casi automático en mí.

Claude giró la cabeza hacia mí y, por un instante, me dio la impresión de que estaba evaluando si debía contestar. Pero fue María la que respondió con una sonrisa nerviosa.

—Soy María, María Latore—dijo, extendiendo la mano para saludarme. La energía de su voz era contagiosa, y por un momento me sentí fuera de lugar.

—Tommy Vercetti —me presenté, apretándole la mano con firmeza. Me di cuenta de que ella era lo contrario a Claude, lo que intensificó aún más mi incomodidad.

Mientras hablaban, noté que Claude apenas intervenía. Su mirada estaba fija en algún punto indefinido, y era evidente que no estaba prestando atención a lo que María decía. Ella, en cambio, parecía cada vez más nerviosa, intentando captar su atención sin éxito.

En ese instante, una punzada de celos me atravesó. ¿Por qué me molestaba tanto verlos juntos? Era absurdo. Era solo una chica, y no tenía derecho a sentir nada al respecto. Me giré para dejar que continuaran, sintiendo que la situación se volvía más incómoda.

—Bueno, creo que los dejo seguir con su conversación —dije, forzando una sonrisa mientras me alejaba de la mesa. Pero, en mi interior, el dolor en el pecho se hacía más fuerte. ¿Por qué me importaba tanto?

Salí de la cafetería, el aire fresco me golpeó con fuerza. Intenté calmarme, pero no podía dejar de pensar en la forma en que Claude parecía ignorar a María. Era como si no existiera, y eso me hacía sentir un extraño en mi propia piel.