⚠️CORRIGIENDO ⚠️•°Tal vez sea amor? [Tommy Vercetti x Claude Speed ]°• GTA

CAP. 2 •una conversación exitosa•

El ambiente en el bar era tan denso como el humo que se enredaba en el aire, y el sonido de las conversaciones y las risas se mezclaba con el clamor de la ciudad. Me moví entre las mesas, tropezando con un par de sillas, con la intención de traernos más tragos. No era que realmente necesitara más alcohol, pero si había algo que conocía bien, era que a veces un poco de bebida podía abrir puertas que normalmente permanecían cerradas.

Volví a la barra, en donde estaba Claude, esa esquina oscura en la que solía sentarse como si fuera una sombra en el rincón de la habitación. El tipo me miraba con esos ojos gélidos y vacíos, no pude evitar preguntarme por qué tenía esa mirada fija en mí. Me incomodaba, lo admito. No porque pensara que pudiera ser una amenaza.

"en realidad, eso era lo que más
me fascinaba"

Además, era como si estuviera esperando algo, o quizás solo estaba tratando de ver hasta dónde estaba dispuesto a llegar con él.

Regresé al taburete que había dejado libre y me senté frente a él, dejando mi copa de lado por un momento. Claude se giró lentamente hacia mí, la expresión en su rostro era una mezcla de impaciencia y confusión. Me miró con esos ojos que parecían no reflejar ninguna emoción, solo un vacío inquietante. Finalmente, rompió el silencio.

—¿Qué quieres de mí? —su voz era fría y cortante, como si cada palabra fuera un esfuerzo.

Solté una risa sin calidez, inclinándome hacia adelante mientras jugueteaba con el borde de mi vaso. El tipo tenía una actitud que era difícil de ignorar. Quizás si intentaba un enfoque más relajado, podría hacer que se abriera un poco.

—¿Qué quiero de ti? —repetí, casi burlándome—. Solo estoy intentando entablar una conversación, Claude. ¿Qué tal si me cuentas qué es lo que haces ahora?

Claude me miró sin ningún signo de emoción, su respuesta llegó de manera rápida.

—Asesinar gente.

La simplicidad y la frialdad de su respuesta no me sorprendieron, pero era un recordatorio claro de que estaba tratando con alguien que no se andaba con rodeos. Puse el vaso sobre la mesa, completamente interesado en conocer más sobre este tipo. No es todos los días que uno se encuentra con un sicario, y menos aún uno tan enigmático.

—Así que, asesinar gente —repetí, dejando escapar un suspiro—. Debe ser un trabajo bastante intenso. ¿Qué te llevó a esta vida? ¿Por qué te convertiste en un sicario?

Claude parpadeó lentamente, como si cada movimiento le costara un esfuerzo considerable. Su respuesta, cuando finalmente llegó, fue un murmullo apenas audible.

—Mi exnovia, Catalina. Me traicionó después de un robo a un banco. Me dejó colgado, y los policías iban a llevarme a una prisión de alta seguridad. Escapé a tiempo, pero la traición me hizo buscar venganza.

Era una historia clásica, a la vez, un poco trágica. En el caso de Claude, parecía que la venganza era su motor principal, y eso lo había llevado a acumular más enemigos de los que podía contar.

—Entonces, —continué—, ¿te has ganado muchos enemigos en el camino?

Claude asintió lentamente, una acción tan sutil que podría haber pasado desapercibida para cualquiera que no estuviera prestando atención. Su avaricia y su falta de escrúpulos lo habían llevado a traicionar a muchas personas. Según lo que me decía, casi la mitad de Liberty City lo quería muerto. No era sorprendente. El mundo del crimen es un lugar despiadado, una vez que te conviertes en alguien con una lista de traiciones y enemigos, las cosas tienden a volverse bastante complicadas.