│✧ Cap 14 ︿︿︿︿︿ • • .

3 0 0
                                    

Había cenado mucho y me encontraba sentado en la mesa con la pareja casada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Había cenado mucho y me encontraba sentado en la mesa con la pareja casada. Observaba sus interacciones: cómo Minho miraba tiernamente a Ryunjin, como si fuera su tesoro y seguramente lo era. Escuchar que mi amigo era feliz también me llenaba de alegría. Anhelaba tener una relación similar con mi futura esposa. Sin embargo, ni Sullyon ni yo nos amábamos ni nos gustábamos. Esa noche, mientras me acostaba, reflexioné sobre mi futuro como rey y esposo. A mis 22 años, estaba destinado a reinar, pero no quería pasar el resto de mis días atrapado en una oficina. Pertenecer a la realeza conllevaba una gran responsabilidad, y si quería implementar cambios en el reino, debía aceptar mi destino.

Minho, a quien agradezco por todo, me acompañó hasta el auto. Le dije que esperaba volver a verlo pronto y nos despedimos con un "ojalá así sea".

Justo cuando subía al auto, alguien más se unió a mí. Al mirarla, me sorprendí. ¿Qué hacía allí?

- ¿Qué haces?
- Debo decirte algo
- Pero ya debo irme. ¿No puedes esperar dos semanas?
- No, debe ser ahora.
- Está bien, dime.
- Pronto seré tu esposa, así que quiero establecer algunas condiciones. No seré tu máquina de bebés; tengo 18 años y quiero disfrutar más la vida. Además, deseo participar en los asuntos del reino. No permitiré que me relegues como un mueble.
- Jaja, está bien. No tendremos hijos hasta después de los 28 o 30 años. Y en cuanto a lo segundo, serás una reina con voz en todos los asuntos del reino.
- Quiero todo esto por escrito y firmado por ti.
- Está bien, princesa. Ya debo irme.
- ¿Cuál es la prisa? ¿Vas a ver a tu amada?
- No tengo ninguna amada, pero sí una hermana en una montaña solitaria.
- Oh, está bien. Pero antes...
- ¿Qué?

Cuando menos lo esperaba, me besó. ¿Qué princesa besa a un hombre que acaba de conocer? Si era un juego, yo también quería jugar.

- Eres guapo y eres mi príncipe.
- Me conoces desde hace un día.
- El suficiente para saber que puedo confiar en ti.
- Me halaga, pero tienes prohibido besar a otros. Prométeme que no andarás besando a hombres a la primera oportunidad.
- ¿Por quién me tomas? Además, espero que siempre me beses, ya que serás mi esposo.
- ¿Qué?
- Adiós.

Wow, esta chica es increíblemente loca. Me gusta.

Algo debía hacer para que Chae confesara

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Algo debía hacer para que Chae confesara. Desde que surgió esta acusación, Jeongin no ha vuelto a su casa. Si quería convencerlo de regresar al reino, no podía molestarlo. Debía actuar rápidamente; solo me quedaba una semana antes de que Hyunjin llegara.

- Woo, acompáñame.
- ¿A dónde vamos?
- A hablar con Chae.
- Yeji, no es conveniente que lo hagas.
- Lo haré, y tú me ayudarás en algo.
- ¿En qué?
- Haré que confiese, que admita que no la empujé.
- ¿Cómo?
- No lo sé, lo veremos.
- ¿Oh no?
- ¿Oh no qué?
- Tienes esa mirada de niña que hará lo que sea para lograr su objetivo.
- Y lo haré.
- Está bien.

- Príncipe Jeongin, necesito que venga conmigo.
- ¿A dónde vamos?
- Confíe en mí.
- Está bien.

- Chae.
- Princesa engreída, ¿qué haces aquí? Si viniste a molestar, se lo diré a I.N.
- Pues hazlo, pero no me iré de aquí hasta que me digas por qué le dijiste a todos que te empujé.
- Porque me empujaste.
- Eso es mentira, y lo sabes.
- Pero, ¿quién me creerá? Todos me conocen y saben que no miento.
- Entonces no te conocen bien. Tienes una cara de niña buena, pero eres mala.
- Y usted, querida princesa, es una maldita engreída que quiere adueñarse de todo.
- Me he ganado su respeto y cariño, y no es razón para que me odies y seas capaz de inventar tal acto cruel.
- Pues se lo dije: soy capaz de todo por protegerlos.
- ¿Protegerlos de qué?
- De ti.
- No, lo que tú quieres es solo proteger a Jeongin. Pero ya te dije, yo soy su prometida. Aunque él esté al otro lado del mundo, nuestras leyes lo dictan.
- No me interesan sus leyes. No vas a casarte con él, y si es necesario, lo impediré de otra forma.
- ¿Cómo? ¿Matándome?
- Si debe ser así.
- ¿Te atreverías a eso?
- Si no pierdo nada, es más, gano.
- Entonces dime, ¿admites que me culpaste siendo yo inocente?
- Ya te lo dije, nadie te creerá que no te empujé. Les diré a todos que lo hiciste, aunque no me hayas tocado.

𝆺𝅥 𝆭 ▭ֹ𓏤▭ׅ𝆺𝅥 𝆭  Ɓυsςλπdσ Ƥгιπςιρεs  𝆭  ▭ֹ𓏤▭ׅ𝆺𝅥 𝆭 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora