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│✧ Cap 16 ︿︿︿︿︿ • • .

Me puse un vestido blanco con flores azules. Combinaba con mis ojos. Hoy, por alguna razón, quería verme bonita. Jeongin pasó por mi lado y me dijo que Woojin ya estaba en la fiesta ayudando. Cuando llegamos al jardín donde se celebraba la fiesta, la decoración era muy festiva. Había flores por todas partes, deliciosa comida y postres que me encantaron. También había personas bailando. Una señora vio a Jeongin y lo llevó a bailar. Fue una linda escena; nunca lo había visto bailar. Estaban todas las personas del pueblo, incluido Felix, quien en cuanto me vio, se acercó.

- Hola, Princesa Yeji.
- Príncipe Felix.
- Nos sentamos.
- Claro.
- ¿Quieres algo de beber?
- No, gracias.
- Quería disculparme por lo sucedido. Lo que hizo Chae es imperdonable, al igual que Lia.
- No te preocupes, lo superaré.
- ¿Y cómo has estado aparte de esto?
- He pasado los últimos años estresada y preocupada por el reino Yang.
- Lo siento por dejarte en esa posición.
- No te disculpes. Una vez me dijiste que querías conocer lugares hermosos y que la corona no era lo tuyo, Lo entiendo.
- Mentiría si te dijera que me arrepiento. Salir del reino fue lo mejor para mí.
- Lo sé. Incluso te casaste.
- Sí, cuando llegué aquí, Lia ya vivía aquí con Chae y sus padres. Luego de unos años, tomamos la decisión de casarnos.
- Eso es genial, Felix. Felicitaciones por tu boda.
- Gracias. Jeongin me contó cuando llegó que te comprometieron con él. Debió ser difícil.
- Fue la decisión de mi padre. Él quería, a cualquier costo, una unión con el reino Yang.
- Lo siento, y no te preocupes, pronto se solucionará.
- Espero.
- Siempre tenías una linda sonrisa.
- Ja, solo me mentías.
- Claro que no. Fui muy feliz en el reino gracias a ti.
- Oh.
- Bueno, debo irme. Mi esposa me espera.
- Está bien, gracias por todo.
- ¿Puedo darte un abrazo de disculpa?
- Está bien, Felix.

Cuando terminé de hablar con Felix, miré a mi alrededor, pero no vi a Jeongin por ningún lado. Quizás ya se fue, pero no me dejaría sola. Mmm.

- Woo, ¿viste a Jeongin?
- Creo que hablaba con Felix. Se veía raro.
- ¿Cómo raro?
- Disculpa, la señora Della quiere presentarme a su hija. Ja.
- Jaja, está bien.

Al parecer, podría tardar. Bueno, un poco lejos del ruido de la música había un gran árbol. Decidí ir a verlo. Junto a él había una banca, así que me senté un rato para respirar tranquilamente. Se podían observar claramente las estrellas; el cielo estaba bonito.

- Disculpe, Princesa.
- Oh, hola, pequeño.
- Tomé esto para usted.
- Para mí, qué bonitas flores. Gracias.

El pequeño me dio un ramo con flores hermosas. Tenía una nota que decía: "Te ves bonita cuando sonríes". Creí que era algo de cortesía por asistir a la fiesta, pero el niño apuntó a alguien que venía en mi dirección.

- Es de su parte.
- Jeongin.

En cuanto lo vi, por inercia sonreí, feliz de verlo.

Se suponía que había invitado a Yeji a bailar con ella. Sin embargo, en cuanto la señora Della me vio, me arrastró a la pista de baile. Tuve que dejar a Yeji sola. Cada vez que la miraba de reojo, la veía reírse. Luego vi que Felix se acercó a ella. ¿De qué estarán hablando? Ahora están riendo. Pero, ¿qué me pasa? Yeji puede hablar y reír con quien quiera. Aun así, verla tan cerca de mi hermano me molesta. Se abrazaron... Ahora se me fue la molestia, pero ver esa escena sí que dolía.

La señora Della me interrumpió:

- Una disculpa, pero ya debo irme
- Está bien, querido.
- ¿Ya te vas?
- Sí, así es
- ¿Dejarás sola a Yeji?
- Yo...
- ¿Estás celoso?
- ¿Qué?
- Bien, sabía que seguías enamorado de Yeji.
- ¿Qué dices?
- Hace años y ahora sientes lo mismo.
- Claro que no, solo es una amiga.
- Jeongin, puedes negarlo, pero la realidad es otra.
- Eso no importa. Nunca habrá un nosotros.
- ¿Por qué lo dices?

- Primero tú y su compromiso, y ahora ella y su guardia.
- ¿Crees que a ella le gusta Woo?
- Eso parece.
- ¿Y qué tal si no es así? Estarías nuevamente desperdiciando tiempo.
- Uff, ¿por qué estamos hablando de esto? Ella fue tu prometida.
- Y ahora es tu prometida la chica que amas, Jeongin.

Esas palabras quedaron en mi mente. Donde sea, siempre será mi prometida, aunque estuviera en el fin del mundo, pero pronto terminará que puedo hacer para evitar que se vaya o que puedo hacer para estar juntos.