Claudio estaba solo en su casa en una tarde de octubre, la estación favorita de su abuela. Observaba melancólicamente por la ventana, viendo cómo las hojas caían lentamente de los árboles. Habían pasado semanas desde la última visita de Jorge, y Claudio sentía su ausencia como un vacío constante en su vida. Las flores y los regalos seguían llegando, pero ya no le proporcionaban el mismo consuelo que antes.Esa noche, sintiéndose especialmente inquieto, Claudio decidió salir a caminar por el barrio, con la esperanza de que el aire fresco le despejara la mente. Las calles estaban tranquilas, iluminadas por la suave luz de las farolas y el resplandor tenue de las casas. Mientras caminaba, se detuvo frente a una cabina telefónica, sintiendo una súbita urgencia de escuchar la voz de Jorge.
Con manos temblorosas, Claudio marcó el número de Jorge, su corazón latiendo con fuerza mientras esperaba ansiosamente a que contestara.
Después de varios tonos, finalmente escuchó la voz de Jorge al otro lado de la línea. —¿Hola?
—Jorge, soy yo, Claudio. ¿Cómo estás? —dijo, intentando ocultar el nerviosismo en su voz.
Jorge suspiró al reconocer la voz de Claudio. — amor, lo siento mucho. Ha sido una semana infernal. El trabajo me está consumiendo y, con todo lo que está pasando en casa... Te extraño más de lo que puedo expresar.
Claudio sintió un nudo en la garganta al escuchar la sinceridad en la voz de Jorge. - te extraño, Jorge...Cada día que pasa sin verte se hace más difícil —respondió, sus palabras resonando con anhelo y amor.
—Lo sé, amor. No sabes cuánto desearía poder estar ahí contigo —susurró Jorge, su tono cargado de frustración y anhelo.
Mientras tanto, Jorge lidiaba con la presión abrumadora de sus responsabilidades. Las largas horas en la oficina y las tensiones en casa habían comenzado a desgastarlo. Esa noche, después de una jornada particularmente agotadora, decidió buscar un respiro en un bar cercano, buscando un momento de calma en medio del caos de su vida.
El bar estaba lleno y ruidoso, pero Jorge logró encontrar un rincón tranquilo. Ordenó su whisky favorito y se dejó envolver por la atmósfera del lugar, tratando de despejar su mente. Sin embargo, cada trago parecía profundizar las emociones que había estado intentando reprimir.
Jacqueline, consciente del estrés de Jorge, decidió darle espacio para relajarse solo por un rato. Ella también sentía la tensión de los últimos días y esperaba que este pequeño descanso ayudara a Jorge a encontrar algo de paz.
La noche avanzaba lentamente y Jorge, sumido en sus pensamientos, comenzó a reflexionar sobre su relación con Claudio. Recordó los momentos felices que compartieron juntos, pero también las dificultades y los desafíos que enfrentaban como pareja separada por la distancia y las obligaciones. La ausencia de Claudio lo estaba afectando más de lo que admitía, y el alcohol, lejos de calmarlo, parecía intensificar su añoranza.
Cuando finalmente decidió regresar a casa, Jacqueline lo encontró en el bar con la mirada perdida y los ojos cansados. Sin hacer preguntas, lo ayudó a levantarse y lo llevó al auto. Durante el trayecto de regreso, Jorge se sumergió en una mezcla de emociones que lo abrumaban, sintiendo el peso de sus preocupaciones personales y el dolor de la distancia con Claudio.
Al llegar a casa, Jacqueline lo ayudó a subir las escaleras, preocupada por su estado emocional y físico. Esa noche, en medio de la penumbra y la carga emocional, Jorge buscó consuelo en Jacqueline de la única manera que su corazón roto y embriagado sabía. sintiéndose vulnerable y necesitando consuelo, se dejó abrazar por Jacqueline. En ese momento de vulnerabilidad compartida, las barreras emocionales se desvanecieron y Lo que comenzó como un abrazo de consuelo se transformó lentamente en una intimidad. Los besos eran desesperados, una intimidad inesperada.
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Entrelazados En Silencio
Fanfiction"Entrelazados En Silencio": una cautivadora serie que fusiona varias historias basadas en las icónicas canciones de Los Prisioneros y solistas afines. Los protagonistas, Jorge y Claudio, se convierten en los hilos conductores de estas narrativas emo...