Un rumor se esparce por la escuela y Pedro Pablo es víctima de bullying por ello. Mientras se embarca en descubrir quién fue la persona que lo ha inculpado injustamente, Bosco un conocido suyo, se acerca a él para proponerle una idea que podría ayud...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La resaca estaba matando a Bosco. Fingir frente a la mirada atenta de sus padres mientras merendaban se le hacía cada vez más tedioso y cansino.
Su papá, Diego, estaba ayudando a Mateo, su otro papá a ponerse la corbata. Mismo al que para diferenciar optaba por llamarlo 'padre'. Verlos derramar miel era algo a lo que Bosco ya se había acostumbrado. Pero no cuando sentía la cabeza a punto de explotarle y tenía que soportar las risas exorbitantes de su papá. Comentando lo guapo que su padre se veía siempre.
- Está bien 'Plango Mangano'
Diego dió un par de palmaditas en la espalda de Mateo.
- Te ves tan galán como siempre, no te angusties.
Bosco tuvo que recurrir a apartar su mirada antes de que las náuseas le invadieran el estómago. Anoche había bebido demasiado, pero no era por el alcohol que sentía ganas de vomitar, era por la 'escenita romántica' que se desenvolvía ante él.
- ¿Y tú?
Diego se acercó a Bosco justo por detrás del respaldo de la silla, intento acariciar su cabello pero Bosco no hizo otra cosa más que esquivar su apapacho. Diego tuvo que atarse la lengua para evitar caer en la provocación que daría como resultado la tercera guerra mundial.
Conocía bien a su hijo, a veces podía ser un poco... áspero. Así que tenerle paciencia era un reto más añadido a su lista de deberes como papá.
- ¿Por qué estás tan callado?
Bosco dió un sorbo a su copa de agua y se encogió de hombros.
- Así soy siempre - él respondió. - No, por supuesto que no. - - Otras veces estarías contándonos sobre lo bien que lo pasaste o de tus prácticas de esgrima. - Diego se empeño a descubrir que era lo que le pasaba a su 'Nenuco'
Como le decían desde pequeño. argumentado a base de las opiniones del resto de la familia, por su parecido con el popular muñeco.
- ¿Qué ocurre? ¿Por qué traes esa carita? - ¿Paso algo ayer, en la fiesta? - Lo que pasó es que se embriago hasta perder la noción. - interrumpió su padre, Mateo.
Bosco no podía engañarlos, ni a uno ni al otro. Algunas veces sus padres no hacían más que darle charlas sobre 'las vivencias' que tuvieron en su juventud. como todo lo que querían para él era cuidarlo y protegerlo. "Ten confianza con nosotros", "usa protección", "no tomes nada que desconocidos te inviten". Ya se lo sabía de memoria.
- ¿O no es así Bosco? - Mateo busco la mirada a su hijo, aún cuando esté permanecía cabizbajo y girando los ojos hasta casi ponerlos en blanco. - Porque no creas que no me dí cuenta a la hora que llegaste. - El garaje abierto a las tres de la mañana.