SUPERALO

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La noche estaba por caer cuando comencé a caminar de vuelta a casa

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La noche estaba por caer cuando comencé a caminar de vuelta a casa. Junto a Bosco y la chaqueta de cuero de Bosco colgandome por los hombros. Creo que para ese momento ya era una tradición que su ropa acabara puesta en mí. Ni siquiera Andy se había llegado a ver tan generoso como Bosco compartiendo.

Bosco había dejado algunos mensajes a su padre, para avisarle que yo estaba bien y que él estaba conmigo. Aviso que a su vez, Diego les haría saber a mis padres. Y así todos estarían en calma. O no, en cuanto entré por la puerta de casa Papá Temo comenzó a examinarme de arriba a abajo, incluso Papá Aris ya tenía el botiquín de primeros auxilios a la mano.

Creo que en sus cabezas era posible que un camión me hubiese arrollado, un tiburón me hubiese atacado y ya por último pero no menos grave, me haya quedado sin comer. ¿Cómo les hacía entender que nada de eso había pasado? excepto que no había comido y ya estaba notando un hueco en el estómago.

Me habría cansado de contar las veces en que papá Temo le dió las gracias a Bosco. No sé, estilo un santo al que te encomiendas. O el justiciero que siempre está ahí para rescatar al indefenso. Y sí, yo era el indefenso.
Se veía a leguas que la fiesta había finalizado desde hace horas, y por un instante casi me gana el remordimiento de ser el culpable de la cancelación de mi propio festejo. Pero no me duró demasiado cuando me recordé a mí mismo que había un gran motivo detrás.

Necesitaba con urgencia dejar de minimizar todo lo que me pasaba. Pero lo había desarrollado como un mecanismo de defensa, dejarlo era tan tonto como pedirle a un adicto que deje las drogas. No creo que fuera a ser tan fácil.

Esa noche me quedé charlando con mis padres hasta que el reloj casi marcaba la media noche. No hacían promesas en vano cuando me decían que juntos lo arreglaríamos, que las cosas no se quedarían así. Sabía que no eran promesas falsas, pues inclusive antes de ir a la cama, Salo me contó que Papá Aris habia estado dispuesto a salir en busca de Isak y compañia para segun sus términos: 'ponerlos como mole de olla'.

Que traduciendo aquellas palabras en idioma papá Aris a mi dialecto, serían algo asi como un escarmiento. Menos mal que ahí estuvo Papá Temo para impedirlo. Al parecer ser impulsivo no era algo que se atenuara con el pasar de los años.

Más sin embargo una cosa sí quedó decidida a partir de esa noche. Cosas de tal calibre requerían medidas extremistas, o eso decían mis padres. Que desde ese momento me quitaron todo el acceso a redes sociales, no más Facebook, mucho menos instagram. Y todo lo que tendría para comunicarme sería WhatsApp.

Estaban concientes del daño que me hacía leer a diario comentarios burlándose de mí, fuera accidental o no accidental. Y era mejor quitarme todo aquello. No solo desinstale mis apps, también tuve que desactivar mis cuentas. Era la única regla y condición para que no me acabasen quitando el cel. Y yo acepte.

El rumor || bospaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora