Distracción • Lamine Yamal

Choque de familias

Había finalizado el partido y todo el estadio estalló en emoción, yo no podía parar de saltar, gritar y sobre todo celebrar. Iba de aquí para allá celebrando con todo el que se me cruzase por en medio.

Primero lo celebré con los buyer abrazándonos mientras saltábamos y gritábamos hasta ponernos rojos por falta de aire, luego recordé que mis tios, mi primo y mi hermana estaban unos escalones arriba y fui a celebrar con ellos.

Pusieron la canción de "Mi gran noche" que ponen siempre cuando gana España y yo me puse a bailarla y cantarla con mi primo y mi hermana, es algo que siempre hacíamos, teníamos hasta coreo inventada por ellos.

Cuando la cosa ya se calmó dentro del estadio, yo me despedí de Eric y Javi que no me acuerdo a donde me dijeron que se iban y nos dirigimos todos hacia donde estaba mi madre, fuimos los tres corriendo a darle un abrazo y celebrar también con ella la victoria.

Lo que me pareció raro fue no ver ni a Keyne, ni a su padre, que antes se encontraban al lado de mi madre.

Mis tíos estuvieron un rato hablando con mi madre, yo mientras entretenía y vigilaba a Dani y Mirella que no se estaban quietos de la emoción.

Mi padre no estaba porque se encontraba en la zona de los comentaristas y periodistas preparando todo para las entrevistas que se realizarían en breve, luego dice que no le escucho cuando me explica sus cosas del trabajo.

Cuando ya nos empezamos a aburrir de esperar a que los mayores terminaran de hablar y ya no quedaba casi nadie en las gradas, empezaron a protestar y preguntar cuando nos íbamos.

-Mami, me aburro y tengo hambre ¿Cuándo nos vamooos?- mi hermana se colgó del brazo de mi madre mientras se quejaba.

-Venga, vámonos ya, que las bestias tienen hambre- esto lo dijo mi tío mientras se reía, ya que minutos antes mi primo también le había dicho lo mismo a mi tia.

Nos empezamos a retirar, las entrevistas empezaron hace un rato y mis tíos se fueron ya a casa, mi primo se quiso quedar con nosotros para ir también a la cena, pero no le dejaron.

Mi padre nos dijo que fuésemos yendo al hotel a prepararnos y que nos veríamos en el restaurante ya para cenar.

Nos dirigimos hacia el coche para ir al hotel, darnos una ducha rápida y vestirnos para la cena a la cual irían compañeros de mi padre, jugadores y ex-jugadores que habían aceptado gracias a la victoria y algunos lazos que tenían con gente que también iría y familiares de casi todos los que asistirían.

Mi madre se puso un vestido negro elegante y se hizo ondas en el pelo, yo le pedí que me ondulara el pelo también.

Siempre lo he querido ondulado o rizado, pero mi madre solo me deja hacerme cosas en el pelo en días especiales como hoy, no quiere que se me estropee el pelo.

Yo me puse un vestido que compró mi madre también negro, haciendo caso omiso a lo que dijo mi padre de ir con ropa cómoda, ya que quería que fuésemos todas conjuntadas, no eran del mismo estilo que el suyo, pero si parecido.

Cuando llegamos allí llamamos a papá para saber si estaba ya dentro y nos dijo que había llegado hace un rato y que estaban hablando todos tranquilos, esperando a los que faltaban para empezar a pedir.

Entramos al restaurante, le dimos el nombre de reserva a la señorita y nos llevó hasta la mesa que ya se encontraba bastante llena.

Mi padre se levantó a darle un beso a mi madre y acto seguido varios se levantaron a saludar a mi madre y luego nos decían alguna cosa a mi hermana y a mi, lo típico de cuanto has crecido, que tal las notas, que mayores y que guapas estáis y esas cosas.