Jueves, un día antes del partido. Nos levantamos a las 8:30, ya que el bufete abría a las 9 y mi madre quería desayunar cuanto antes para aprovechar el día.
Salimos del cuarto a las 9:10 nos dirigimos hacia el buffet y resulta que estaba bastante lleno, parece que los alemanes madrugan bastante, se podían apreciar también camisetas de España.
Terminamos de desayunar subimos a lavarnos los dientes y coger las cosas, nos fuimos hacia el coche y como yo había elegido el primer destino puse el navegador.
Durante el día estuvimos en varios sitios preciosos e históricos de los alrededores de Stuttgart.
Pero lo realmente importante era el partido de mañana, noté el cosquilleo de nervios y emoción al pasar cerca del estadio, pensando en cómo mañana estaría lleno de aficionados, animando a su país.
Paramos en Konigstrasse, la calle más comercial de la zona y comimos en un restaurante que prometía comida tradicional de allí con la mejor calidad posible.
Estaba muy rico y todo lo que quieras pero nada mejor que las croquetas de mi abuela y el pinchito de tortilla del bar de mi pueblo, eso sí que era un manjar.
Estuvimos un rato en donde había un gran prado, donde la gente se sentaba a charlar, y pasar un rato tranquilo en ese césped, bien cuidado, al igual que algunos que aprovechaban a jugar al fútbol, los cuales eran echados del lugar poco después.
No entiendo porque la verdad, no molestaban a nadie.
Estuvimos jugando a las cartas en familia, y obviamente gané yo casi todos las partidas. Luego también estuve enseñando a mi hermana a hacer la rueda y el pino, que de repente le había dado por aprender.
Cuando ya eran las 7:00 de la tarde, empezamos a caminar de vuelta el coche, ya que lo habíamos dejado un poco lejos.
Llegamos al Hotel a las 8:30 con el tiempo justo para prepararnos y bajar a cenar.
En la cena nos volvimos a encontrar con Kayne y su familia en la entrada y esta vez nuestras madres decidieron pedir una mesa para cenar todos juntos.
Aunque los mayores hablasen por su cuenta, y a mí me hubiese tocado hacer de niñera, otra vez, me pude enterar de que mi madre conocía a la de Kayne por un entrenamiento exclusivo de no sé qué, al cual había ido mi padre a entrevistar exclusivamente a no sé quién, y mientras tanto mi madre había aprovechado a ver un amistoso entre no sé qué canteranos en donde participaba el hermano mayor de Keyne, y desde ahí mi madre y ella se hicieron bastante amigas. Me enteré de lo que pude, ¿vale? Que es que los niños no se quedan quietos ni un segundo.
Después de la cena, el Hotel organizó un evento ya que suelen hacer uno cada viernes, pero como sería el partido decidieron adelantarlo, ya que el viernes harían un evento especial debido al partido.
Nosotros no estaríamos ya que iríamos a verlo al estadio.
Hicieron una especie de clase de zumba aunque fuese más bien un DJ poniendo las canciones más míticas del mundo y un monitor del hotel enseñando a bailar paso a paso, que el señor lo estaba dando todo la verdad.
Todos los niños estaban encantados y bailando, yo como no, estaba cuidando de la mayoría pues casi me contrataban como niñera personal del hotel.
ESTÁS LEYENDO
Distracción • Lamine Yamal
Fiksi PenggemarTu padre como periodista debe sacarle información a los que entrevista y a veces prefiere ganarse la confianza de ellos en el proceso para ganar respuestas más sinceras. Se empieza a percatar de que uno en particular se pone muy nervioso e intenta...