🌷Capítulo 21-ParkMin🌷

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En las montañas nevadas, donde el viento helado susurraba secretos antiguos y los picos se alzaban majestuosos hacia el cielo, un sabio y un rey se encontraban en un claro oculto

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En las montañas nevadas, donde el viento helado susurraba secretos antiguos y los picos se alzaban majestuosos hacia el cielo, un sabio y un rey se encontraban en un claro oculto. Ambos admiraban el capullo mágico que brotaba entre la nieve, un fenómeno raro y maravilloso. Se decía que cuando este floreciera, la profecía del enigma puro que unificaría a todas las razas del reino se cumpliría, trayendo paz y prosperidad a todos los seres vivientes.

—Está por florecer —dijo la voz del sabio, llena de reverencia y asombro.

El rey, un hombre de porte noble y mirada firme, observó el capullo con una mezcla de esperanza y determinación.

—¿Ya es hora? —cuestionó el rey de los hombres que vivían en las montañas nevadas, su voz resonando con una mezcla de ansiedad y anticipación.

—Sí, majestad —contestó el sabio, inclinando ligeramente la cabeza en señal de respeto—. El momento que hemos esperado durante generaciones está a punto de llegar.

El rey asintió, su mente ya trabajando en los próximos pasos. Sabía que el florecimiento del capullo no solo era un evento mágico, sino también un llamado a la acción.

—Entonces dame el rastreador —dijo con firmeza—. Iré a buscarlo personalmente. No podemos permitirnos ningún error en este momento crucial.

El hombre sabio, con su túnica ondeando al viento, se dirigió a los sacerdotes y brujos del reino, pidiéndoles con urgencia que le entregaran el rastreador del enigma. Este enigma, según las antiguas profecías, estaba destinado a gobernar el planeta lunar en su totalidad y traer equilibrio a todas las razas que habitaban bajo su luz. Desde que la luna rosa centelleó por última vez meses atrás, todos sabían que el día estaba cerca. Ahora, con la flor mágica a punto de brotar, las señales eran más que claras y el tiempo apremiaba.

Los sacerdotes y brujos, reunidos en un círculo sagrado, trabajaron incansablemente para configurar el rastreador. Susurros de hechizos y cánticos antiguos llenaban el aire mientras el artefacto tomaba forma. Finalmente, después de horas de trabajo meticuloso, el rastreador estaba listo. Con solemnidad, se lo entregaron al sabio, quien a su vez lo llevó ante su rey.

—Majestad, tiene que tener mucho cuidado porque cuando lo encuentre, tal vez no sea en las mejores condiciones —advirtió el sabio, su voz cargada de preocupación y respeto.

El rey, un hombre de porte imponente y corazón valiente, tomó el rastreador con manos firmes. Sus ojos reflejaban una determinación inquebrantable.

—Tranquilo, nací para esto. Entrené toda mi vida para llegar a este momento, no te preocupes y cuida del reino que vuelvo pronto —respondió el rey con una sonrisa confiada, tratando de infundir calma en el sabio.

—Sí, majestad —contestó el sabio, inclinando la cabeza en señal de obediencia.

El rey se giró para marcharse, pero antes de dar el primer paso, se detuvo y miró al sabio una vez más.

Subasta de Omegas || Kookmin || Finalizada🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora