Capítulo 47:Disculpas aceptadas

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20 de mayo de 1943.

Edith

Me desperté acalorada y sudorosa para darme cuenta que, a la altura de mis caderas, Henry estaba dormido tomando mi mano aún entre sueños.

No tenía idea de qué había pasado después que me desmayé, pero lo único que había dentro de mí era dolor. Solamente había espacio para él en mi persona.

Kurt me mintió. Peter me mintió. Gretel me mintió. Henry, mi Henry, me mintió también. Todos me mintieron.

Dolor de la mentira y dolor de haber perdido a mi hermano André. Dicen que las pérdidas y las situaciones difíciles te hacen aprender pero ¿Cuánto más tendría que perder yo en esta guerra?¿Perderé a lo que me queda de familia?¿Acaso la guerra no se cansará hasta verme a mí y a toda mi familia muerta, o peor aún, sola sin nadie con quien contar?La simple idea me hacía tener ganas de vomitar.

Con cuidado y sigilosamente, me levanté de la cama para ir a mi cuarto de baño; el sol no había salido aún, pero yo no podía dormir más. No podía.

Cuando ya estuve lista y salí del cuarto, había amanecido un poco más y Henry estaba sentado en la orilla del frente de mí cama con los codos apoyados en las rodillas, las manos cruzadas y pegadas a su frente. Cada vez que lo veía más hermoso me parecía...Basta. Apenas observé la ventana él levantó la vista para observarme.

-Edith yo...-se rascó la nuca, aparentemente pensativo -Lo siento, en verdad lo siento. Apenas me enteré de la muerte de André por Kurt, quise correr a decírtelo, pero Kurt...-me acerqué y me planté frente a él esperando que continúe. Henry, quien parecía incapaz de mirarme a los ojos, hizo un esfuerzo por levantar la vista y clavarla en mis ojos oscuros y rasgados -Kurt me dijo que quería hablar contigo él personalmente, que quería ser por él que te enterarás de la muerte de tu hermano, pero quería hacerlo aquí para evitar que te devolviera sola por el bosque. Él sabía perfectamente cuánto te afectaría su muerte -me arrodillé y tomé las manos de Henry. Las acaricié y las miré por un buen rato antes de poder ver sus ojos, el arrepentimiento y la culpa estaban clavados en ellos.

-Estoy molesta, aunque no precisamente contigo, lo estoy con todo el mundo. Te debo mucho y lo sabes, pero ahora estoy...bastante dolida por haberme enterado de la muerte de mi hermano un mes después -Henry apretó los ojos y al abrirlos ví como se cristalizaban.

-Edith yo....lamento haberte mentido así, de verdad lo hago. Espero que puedas perdonarme, si no lo haces, lo entiendo perfectamente.

-Te perdono, Henry -el agradecimiento suaviza su mirada- pero...necesito tiempo para asimilar esto. Perder a otro de mis hermanos para mí es...devastador -mis ojos se cristalizaron y las lágrimas amenazaron con salir. No podía romperme. No otra vez.

Henry pareció percibir que estaba a punto de quedarme en pedazos. Pues tomó su mentón con una de sus manos haciéndome mirar sus ojos oscuros. A través de esa mirada cargada de emociones comprendí que Henry es de las mejores personas que se habían cruzado en mi camino.

Hasta hace poco asimilé que la manera en la que me comporté con él en un principio no fué la correcta, pero comprendo porqué lo hice y sé que él también lo hace.

Pero una cosa sabía que iba a hacer. Matar a Klaus Goldstein.

No lo buscaría. Pero algo de mí me decía que el destino movería sus hilos para que sea yo la causa de su muerte.

Y nada ni nadie me harían cambiar de parecer.

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