4 de abril de 1943.
Edith.
No sé siquiera en qué momento me quedé dormida, pero cuando desperté fuí rápidamente al baño a darme una ducha rápida para ver si Henry podía ayudarme. En estos momentos lo único que me interesaba era saber el paradero de mis hermanos.
No podía perder a alguien más de mi familia. No lo soportaría.
Cuando bajé las escaleras me encontré a Henry sentado en el comedor con Rudolf acostado en el suelo, muy cómodo. Habían unos papeles a lo descuidado por la mesa desperdigados por la mesa, Henry tenía un bolígrafo y parecía estar rayando uno de los papeles.
—Buenos días, Henry —dije con una pequeña sonrisa, me puse de cuclillas para saludar a Rudolf; le rasque la cabeza cariñosamente. Henry levantó la cabeza para verme.
—Oh, buenos días, preciosa —saludó no sin antes bostezar ruidosamente ¿Acaso Henry no había dormido en toda la noche? A pesar de que lucía cansado y ojeroso me dedicó una sonrisa radiante y se puso de pie caminando hacia mi; desvié mi atención hacia él recibiendo una queja por parte de Rudolf —Puedo ayudarte, Edith, sé donde están tus hermanos ¡Lo conseguí! No fué muy difícil, pero el nombre Ilse se repetía mucho ¿Sabes? También traje unos mapas para ver que tan lejos está el campo... —No lo dejé terminar porque besé sus labios rodeando mi cuello con sus brazos.
Era un beso lento como el movimiento de las hojas de los árboles en verano y dulce como la miel; pero sin dejar de ser necesitado.
Desde que me enteré de la muerte de Pierre me aislé de todo el mundo, me sentía traicionada. Pero sabía que con Henry mi comportamiento no duraría mucho. Extrañaba más de lo que me convenía su presencia y la soledad me carcoma por dentro al dormir sin él.
—Lamentamo interrumpir pero tengo hambre y tengo que pasar por la cocina...—la voz de Oliver explotó nuestra burbuja y juro haber escuchado un gruñido de parte de Henry.
—¡Tenenos noticias!¡Llama a Kurt y Gretel!¡Es urgente! —grité separándose de Henry, era inevitable ocultar lo rojas que se habían puesto mis mejillas; nunca nadie nos había visto a Henry y a mí besándonos. Ojalá viviéramos en un mundo donde no hay guerra y Henry y yo pudiéramos estar juntos sin problemas.
Cuando Oliver volvió con Kurt y Gretel siguiéndole detrás, los pequeños Ida y Moritz también bajaban las escaleras pero ellos se acercaron a jugar con Rudolf sin prestarnos atención.
Mi familia y yo nos acercamos a la mesa a observar los papeles que habían traído Henry.
—Bien...—comenzó a decir —no fué muy fácil encontrar a sus hermanos —explicó mirándonos a Kurt y a mí —pero si fué un proceso tedioso y de muchos papeles —dejó un par de papeles en la mesa. Los nombres de Ilse, Oliver y Pierre formaban parte de una lista extensa de nombres con números al lado —Sus hermanos se encuentran en Dachau un campo trece kilómetros al noroeste de Múnich, cercano al pueblo de Dachau —una alegría creció en mi pecho. Mis hermanos estaban vivos; pero pronto esa alegría fué eclipsada por la preocupación. Ilse, Pierre y Oliver estaban vivos, sí, pero no a salvo.
La vida en los campos es lo más atroz e inhumano que he visto jamás. No le deseo a nadie permanecer ahí. La posibilidad de que mis hermanos murieran era más alta de lo que me gustaría.
—¿Y habría una posibilidad de trasladarlos hasta Plaszow y luego traerlos a la casa? —preguntó Kurt cruzando sus manos. Hoy más que nunca parecía nervioso y tenso.
—Voy a ser sincero con ustedes. Podría solicitar un traslado, pero no sería conveniente, porque dos hermanos puede ser una casualidad, pero cinco ya no lo es. Seguramente no sepan que ustedes son hermanos, pero los Tenientes no suelen manejar los traslados y no estamos al tanto de eso. Lamentablemente no tengo a nadie de confianza que me ayude a supervisar el traslado de campos desde Alemania. Lo siento mucho —mis esperanzas se degradaron y se mezclaron con una profunda angustia ¿Y si no actuaba y no volvía a verlos? —Pero les diré una cosa —prosiguió Henry —Por lo menos tienen la garantía de que sus hermanos siguen vivos...
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Dos Bandos
RomanceElla es judía. Él es un nazi obligado por su padre pero miembro del partido al fin. Dos personas que deberían odiarse por los Bandos a los que pertenecen, pero que terminan enamorándose. Donde dos Bandos, se convierten en un corazón. ¿Lograran olvid...