Donde en pleno siglo XXI, un reino alejado llamado Orion es atacado por un pueblo rival a causa de desacuerdos entre sus pobladores.
Han Jisung, proveniente de Orion, debe huir de su reino con la mínima esperanza de seguir viviendo, pero cae en un...
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Sentado en un campo lleno de flores y pasto, Han Jisung, de 20 años, disfrutando su juventud corría por los pastizales con emoción.
Inhalaba contento la fresca brisa del lugar, era demasiado tranquilo y acogedor.
Se tiró al pasto, cayendo acostado, cerró sus ojos y volvió a respirar profundamente el aire de aquellos lugares, fresco y limpio.
Pero un estruendo sonó a lo lejos, cerca de su reino y lo hizo abrir sus ojos con sorpresa y rapidez, se sorprendió al ver una enorme nube de humo negro que comenzaba a crecer cada vez más, acompañado de un intenso olor a pólvora. ¡Lo estaban atacando!
Se levantó con rapidez y trató de correr hacia allá a averiguar qué ocurría, pero otro ruidoso estruendo de una explosión lo detuvo, algo dentro de su cabeza le gritaba que huyera, que por nada fuera ahí, ¡Pero ahí estaba su familia!
No sabía qué hacer, se estaba desesperando, realmente tenía mucho miedo, pero sus piernas comenzaron a correr hacia el lado contrario de donde estaba el reino.
Conforme corría y más se alejaba, las explosiones seguían siendo audibles, como si estuvieran a centímetros de él, pero él estaba huyendo.
No paraba de correr, sólo quería sobrevivir, lágrimas querían salir de sus ojos, pero ni siquiera podía, cualquier rastro de emoción estaba bloqueado.
Estaba completamente aturdido con los sonidos, tanto que ya no estaba prestando atención al camino, y de repente cayó por una colina alta, una gran colina...
Mientras caía, recibió un fuerte golpe en su cabeza con una roca, que lo hizo quedar inconsciente por las siguientes horas.
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¿Umm...? ¿Pero qué es ese olor? Es tan raro..
Removió su nariz con ansias, tenía los ojos cerrados, seguía aturdido por el golpe que recibió horas atrás, pero sentía un olor inexplicablemente dulce y nuevo.
Arrugó su nariz y apretó sus ojos, ¿Qué era eso?
Entonces abrió sus ojos de golpe, y vio muy cerca de él unos ojos marrones exageradamente abiertos haciendo que se espantara de inmediato y se levantó de donde estaba acostado.
Parecía una casa de campaña, miró a todos lados y era un lugar cerrado, que lograba reflejar sólo un poco la luz que al parecer venía de afuera.
Entonces dejó de observar a su alrededor, y vio al dueño de los ojos que lo habían espantado minutos antes.
Era un chico rubio, de cabello medio largo, nariz pequeña de botón, el rostro lleno de pecas, labios abultados y rosas y... ¿¡Orejas puntiagudas!? Espera... ¿¡Alas!?
No lo evitó y gritó.
- ¡AAAAAAH!
- ¡Espera no grites!
El chico se le acercó de inmediato y le metió en la boca un trapo que esperaba estuviera limpio.
Se calló.
- Dios...
- ¡Felix! ¿Despertó? ¿Quién gritó?
Un chico alto, de cabello corto entró a lo que él llamaba una casa de campaña recorriendo la tela cual cortina. Vaya, al menos él sí parecía ser un humano, aunque tenía unos ojos azules extrañamente inusuales y un cabello rojo muy brillante..
El chico, al parecer llamado Felix, miró al nuevo chico que entró ahí.
- Ah... Hyun -Se levantó del suelo y sacudió sus manos- Sí, ya se despertó..
- Ah, bueno.
Y entonces esos dos chicos se dieron un casto beso en los labios y Han sólo quedó confundido, pero no por el beso, ¡Sino por el trapo que tenía en la boca!
Se sacó el trapo de inmediato y habló.
- ¡Ey! ¿Qué hago aquí? ¿Quiénes son ustedes? ¿Y qué se supone que eres tú? -Dijo lo último refiriéndose a Felix.
- ¿Por qué estás tan alterado, chico..?
- ¡Literalmente tienes alas! ¿En qué clase de lugar estoy?
- ¿Alas? ¿Estas? -Dijo mientras acto seguido meneaba un poco sus alas, sonriente, dejando salir de ellas un polvo brillante que viajó hasta las fosas nasales de Jisung haciéndolo estornudar.
- ¿¡Qué es eso!?
- Hyun, búscame un tutorial en YouTube de cómo calmar a un humano...
Hyunjin asintió de inmediato tomando su celular. Vaya, ahí igual estaban con la tecnología, ¿Desde cuándo las hadas usan la tecnología?
Han lo miró con el ceño fruncido.
- Bien, bien, déjame presentarme... Me llamo Lee Felix, y por lo que ya has visto, soy un hada.
- ¿Cómo campanita..? Te pareces a campanita...
Felix lo miró con cara de aburrimiento, ¿Cuántos humanos que han caído en este lugar no le han dicho eso? Aunque, sólo han llegado aproximadamente tres humanos incluyendo este que es nuevo..
- Lo siento...
- ¡Ja! Descuida, era broma, no me molesta si me comparas con campanita, aunque la verdad lo único que hago es inventar pociones y unos cuantos objetos... incluso mis amigos me comparan con ella. Pero dejemos de hablar de mí, ¿Cómo llegaste, chico?
- No sé qué ocurrió... Estaba tranquilo cerca de mi reino, y de repente... Todo comenzó a ser muy ruidoso, había demasiado humo, estaban atacándonos, y yo corrí, corrí demasiado, pero caí por una colina y de ahí no recuerdo más hasta que desperté aquí...
Felix lo escuchaba atentamente, sentía tristeza por el chico, era una historia algo fuerte, y más suponiendo que su familia estaba ahí. De verdad tuvo mucha suerte de que un buen amigo suyo lo haya encontrado.
Han miró a Felix, estaba meneando demasiado sus alas y soltando mucho polvo, ¿Será una costumbre suya?
Estornudó, y después volvió a estornudar y continuaba.
- ¡Oh, discúlpame! ¿Te incomodan mis alas? Puedo ocultarlas si tú quieres..
Han se desconcertó un poco, ¿Ocultarlas? ¿Era posible? No creía hasta que Felix cerró sus ojos y un pequeño ¡Pop! Sonó. Sus alas desaparecieron.
Dios mío, sí que le costará acostumbrarse.
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