Cap 2

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Por ahora intentare actualizar la historia lo antes posible debido a que estoy de vacaciones así que tengo más tiempo. Sé que los capitulos están siendo muy cortos pero aún así, espero que disfruten de la historia😽

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Una sonrisa se dibujó en su rostro cuando mientras desayunaban el contrario le preguntó si quería quedarse hasta por la tarde en su casa; hasta el momento Tucker solo dejaba que Kenny se quedase por allí hasta que desayunase, más tarde lo echaba a patadas con la excusa de tener que hacer cosas de suma importancia sin él, obviamente con el objetivo de quitárselo de encima por lo que, que ese día el contrario le preguntase por quedarse lo extrañó y a la vez le llenó de satisfacción por lo que asintió sin pensarlo ni por un segundo más.

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Pasaron las horas y se encontraban jugando a un videojuego cualquiera en la consola del pelinegro hasta que el roto teléfono del rubio comenzó a soltar una melodía de Ayesha Erotica así que tuvieron que dejar el juego en pausa para que este pudiese atender la llamada. -¿Hola?- Dijo tras descolgar la llamada con una simple pulsación en uno de los botones del teléfono.
Su rostro cambió de expresión por completo mientras hablaba por telefono y esto Craig lo notó, parecía que el dueño del celular quería contestar algo por cómo entreabría la boca de vez en cuando; sin embargo, no se le daba la oportunidad desde la otra linea por lo que el pelinegro solo podía escuchar un pequeño zumbido que salía del teléfono. La llamada no fue cortada; sin embargo, el rubio, en silencio, tomó su parka y se la puso sobre los hombros mientras le hacía una seña con las manos al contrario de que saldría de la habitación para hablar. Esto a Craig lo extrañó de sobremanera, el rubio nunca salía de su habitación por una llamada ni aunque estuviesen sus padres peleando desde la otra linea así que aquello solo hizo que su preocupación aumentase.

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El de tez clara bajó las escaleras de la casa y se dirigió al patio trasero de esta, no parecía que nadie fuese a molestarle allí pues los padres de Craig habían salido a trabajar hacía más horas de las que llevaba despierto (ya se sabía sus horarios de trabajo del tiempo que pasaba en aquella casa) y Tricia parecía no haberse despertado aún por lo que allí podría hablar tranquilo. -Escucha, no sé quién te habrá dicho eso pero no es verdad.- Espetó cuando por fin tuvo un momento para hablar. -Eso no es mío, puedes preguntarle a cualquiera.- Se sobó la sien con estrés, era demasiado temprano para tener que aguantar aquello. " ¿Me estás llamando mentiroso? Tengo derecho a saber si te drogas o no, soy tu padre. Pero bueno, ya veo que estamos en las mismas ¿no? Me vas a ocultar esto al igual que me escondiste lo de tus putos cortes, ya veo que eres igual de maricón para ocultarme esto que para cortarte." -Papá, por favor, vamos a evitar ese tema.- El rubio intentaba calmar la situación de cualquier manera, no tenía ánimos para soportar a su padre borracho a las 12 de la mañana mientras le echaba en cara tener cocaína en su habitación cuando muy posiblemente fuese él mismo el que hubiese puesto aquellas bolsitas allí alguno de esos días que hubiese llegado la policía a su casa. "Ni se te ocurra callarme ni una puta vez más, niñato desagradecido, ojalá tu madre no hubiese sido tan puta y no hubieses nacido, eres un incordio, cuando vuelvas a casa te vas a enterar, te voy a hacer tragar toda esa mierda que tomas de una vez, ¿no querías morirte? Pues entonces te haré el favor." Antes de que su padre pudiese decir nada más colgó la llamada.

Lágrimas salían de sus ojos a mares, estaba cansado de su padre, de su vida, de todo. Volvió al interior de la casa a paso rapido y subió las escaleras para dirigirse hacia el baño de la casa de los Tuckers, corriendo al pasar frente a la puerta de la habitación de Craig para que este no notase su ida. Al llegar al baño cerró la puerta con pestillo, se tiró al suelo sin poder dejar de llorar, y desarmó con la visión borrosa debido a las lagrimas su viejo teléfono. Dentro de este el rubio guardaba una pequeña cuchilla oxidada la cual sacó con rapidez sin pensar en dónde se encontraba o en qué hacía.

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Craig se percató de la presencia del rubio al pasar por su puerta sin embargo este no entró lo que le puso en alerta. Se levantó con toda la rapidez que su cuerpo le permitió mareándose al instante y cayendo sobre su cama; cuando se recuperó un poco se volvió a levantar con mayor cuidado y salió de su habitación en busca del rubio. Al final del pasillo pudo ver la puerta del baño de la cual asomaban unos tenues aros de luz de los bordes de esta por lo que sin pensarlo se acercó a ella y tocó suavemente la puerta. -¿Kenneth? Dios, Ken, sal de ahí.- Al no escuchar respuesta alguna aumentó su nivel de fuerza para tocar a la puerta hasta llegar a un punto en que estaba dando puñetazos a la madera mientras le gritaba al chico de dentro que saliese. -¡KENNETH TE JURO QUE SI NO SALES VOY A TIRAR LA PUTA PUERTA ABAJO!- Un click se escucho dando a entender que el pestillo del baño había sido quitado así que se apresuró en abrir la puerta y allí encontró una imagen que ya había presenciado millones de veces, un Kenny con los ojos llenos de lagrimas y los brazos con nuevos cortes brotando sangre que tenían el suelo de rojo.

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-¿Vas a contarme que ha pasado?- Había pasado una hora desde lo ocurrido, Craig ya había curado sus heridas y se encontraban sentados en la cama de este sin decir ni una palabra desde que el pelinegro lo encontró en el baño. -No.- El rubio solo miraba al suelo, no se atrevía a dirigirle la mirada al pelinegro, quería llorar, gritar, golpearse a sí mismo, pero nada de eso ocurría, solo se encontraba estatico con la cabeza agachada. -Ken, sabes que puedes contarme lo que sea, soy tu amigo.- McCormick mordió sus labios con fuerza tratando de aguantar el llanto. -Si quieres estar solo puedo llevarte a tu casa.- "No... por favor." Esto salió como un susurro de la boca del contrario pero fue lo suficientemente fuerte como para que el pelinegro lo escuchase y se hiciese una pequeña idea de qué había ocurrido.-Está bien, puedes quedarte esta noche aquí también.- Le dijo mientras sobaba con su mano el hombro del contrario lo que tranquilizó un poco al rubio, no quería volver a su casa. -¿Quieres acompañarme? Tengo que ir a comprar y no pienso dejarte solo aquí.- El ojiazul solo asintió mientras el otro retiraba su mano de su hombro para levantarse.

Se acercó a su armario y sacó una camiseta negra de manga corta y unos jeans largos del mismo color; luego, se quitó la camiseta del pijama que llevaba puesta, la cual estaba un poco manchada de sangre al igual que la ropa que llevaba el rubio, y la tiró a una esquina de la habitación para más tarde poder lavarla. Se quitó también los pantalones sin importarle mucho si el contrario estaba frente a él, no iba a dejarle solo otra vez y mucho menos después de lo que había pasado.-¿No vas a cambiarte o qué?- Le preguntó mientras subía los pantalones por el largo de sus piernas hasta poder abrocharlos bien, el rubio, por otro lado, solo levantó la cabeza con las mejillas algo coloradas para luego levantarse de la cama al igual que el contrario y cogerle algo de ropa del armario evitando a toda costa dirigirle la mirada. El pelinegro no veía esto como una actividad rara; es decir, eran amigos y ya se había cambiado de ropa delante de clyde, token y tweek otras veces por lo que asoció el sonrojo del rubio a su llanto anterior. Cuando ambos terminaron de vestirse Craig cogió su sudadera y le prestó una chaqueta al contrario ya que su parka estaba demasiado sucia y tras mandarle un mensaje a Tricia de que saldrían a comprar, abandonaron la casa camino al supermercado más cercano.

lovely fetish - CrennyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora