Y mil veces más. [RariJack]

24- Curiosidad

La peliazul caminaba por la habitación dando vueltas en el espacio sobrante.

Eran las cuatro de la tarde y todavía no sabía qué llevar puesto al picnic con sus amigas.

Pronto, una rubia abrió la puerta, mirando a su novia con una sonrisa divertida.

—Amor, ¿Aún no sabes qué ponerte? —Preguntó en tono dulce.

—No... Y falta sólo una hora para el picnic ¡Qué trágico es esto!

La rubia pecosa se acercó a ella y la abrazó con delicadeza por detrás, haciendo sonreír a la más pálida.

—Ooh, vamos... Sabes que te ves hermosa con cualquier cosa.

Rarity se ruborizó, para después rodar los ojos por la cursilería.

Finalmente AppleJack suspiró, aceptando que estaría mucho tiempo esperando a Rarity.

—Iré a dar una vuelta por el centro. Estaré aquí pronto. —Avisó la rubia, llamando la atención de su pareja.

—¿Pasó algo allá?

La rubia negó rápidamente. —Créeme, no es nada, sólo recordé que debo comprar unos materiales para AppleBloom.

—Oh, está bien. —Dijo, ahora más tranquila. —Te esperaré aquí.

—No tardaré hermosa. —Dijo para después salir del lugar en su camioneta.

La peliazul se quedó mirando entre tres opciones. Un vestido rojo, uno Rosado o uno violeta.

—¿O que tal una falda?— Se preguntó a sí misma. —No... tendré que—Y de pronto guardo silencio al escuchar el sonido de una notificación. Se acercó a un estante del lugar. Rió con dulzura. —Mi dulce AppleJack dejó su teléfono aquí. —Sonrió y volvió a lo suyo. —Una falda vino con una blusa de color...

Volteó al volver a escuchar una notificación, miró desde lejos el celular extrañada, pues sabía que AppleJack no tenía las notificaciones activadas sino fuera algo importante.

Quiso ignorar el sonido, hasta que escuchó que volvió a sonar.

Y otra vez.

—No creo que mi rubia se moleste, tal vez la necesiten urgente. —Se dijo para sí misma.

Se dirigió al celular y lo agarró.

No tenía contraseña.

Vió los mensajes y empezó a llorar, como nunca pensó que lo haría.