Y mil veces más. [RariJack]

19- Simplemente, cosas.

La peliazul no podía moverse, sin embargo, había muchas cosas que quería decir, simplemente ese tono la asustó.

—Por favor, Rarity. Sólo sé honesta. —Pidió manteniendo ese semblante frío.

—No. Es mentira. —Aseguró. —Hoy me encontré a un antiguo "amigo", la verdad conversamos bien y todo. Pero sabe que estoy interesada en alguien y él es comprensivo, además no creo gustarle. —Explicó empezando a ponerse nerviosa.

AppleJack parecía dudar por un momento, pero finalmente suspiró aliviada y se acercó a la peliazul, abrazándola.

—No sabes lo aliviada que me siento. De verdad no sabía que pensar, lamento haber dudado de tí. —Decía con culpa. —Te amo Rarity y no sabes el miedo que tuve pensando que te perdería. —Al escuchar esto, la peliazul no pudo evitar soltar un par de lágrimas.

—Aw, querida...—Dijo mirándola a los ojos. —Te amo más que a nadie. Eres ese diamante que necesito cada día para hacer brillar mi vida. —Decía con romanticismo.

—¡Ups! No te lo he pedido aún. —Recordó entre nervios. Seguidamente sacó un gran ramo de rosas y violetas de entre un lugar escondido y se acercó nuevamente a la emocionada mujer. —No volveré a dudar de ti, te pido que cualquier error futuro, pasado y presente me lo perdones. Ya sentí como haces que mi corazón estalle, sentí como podría fallar mi cuerpo sin tí. Así que ahora, con lo poco y mucho que podría ofrecerte, te pido que seas mi novia. Rarity Belle, te pido ser parte de mis días, de mi vida y de hecho, ser mi vida.

La peliazul no pensó para abalanzarse sobre aquella vaquera y agarrar el ramo, depositando muchos besos en su rostro.

—¿Cómo podría decirte que no? Te amo, ya te lo he dicho y te lo demostraré siempre. —Aseguró.

Ambas no pudieron evitar derramar unas cuantas lágrimas.

Rarity sólo quería eso dure para siempre, que sigan avanzando, aguantaría los tropiezos mientras no tenga que estar lejos de aquella rubia.

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La castaña miró a ambos lados antes de cruzar la calle. Estaba en camino a una feria invitada por Starlight Glimmer, una conocida suya.

Si bien le parecía un tanto rara la invitación, al fin de cuentas no tenía nada que hacer esa tarde.

—Llegaste. —Dijo con emoción la ondulada.

—Pues sí. —Respondió un tanto nerviosa.

—Vamos, las chicas nos esperan.

—"¿Las chicas?" —Repitió en voz baja, preguntándose a quienes se refería.

Finalmente lo supo, con chicas se refería a Trixie Lulamoon y a su más "odiada" enemiga, Sunset Shimmer. La cual le sonrió al hacer contacto visual, lo cual sólo molestó más a la castaña.

—Lamento no haberte dicho que no estaríamos solas, pero espero que no te moleste.

—En realidad, me m.... —Y fue interrumpida.

—Claro que no le molesta. —Guiñó un ojo la peliroja.

Aquella castaña sólo maldijo de todas las formas posibles haber aceptado ir.

Al pasar más tiempo con aquella peliroja sentía que menos la soportaba.

—¿Nos subimos a la montaña rusa? —Sugirió la más pálida. —Se ve divertido, ¿no crees, bella Starlight? —La mencionada se ruborizó ante el comentario.

—Supongo... vamos. —Dijo, llevando al grupo hasta las entradas.

Sunset y Trixie se miraron complices, sonriendo una vez dentro.

—Los asientos son de a dos. —Mencionó. —Bien, Starlight, yo iré contigo. —Dijo.

La mencionada la miró confundida y luego miró a su amiga peliroja, a lo cual sonrió nerviosa y aceptó.

—¿Ya habías subido antes? —Preguntó antes de ascender la peliroja, dirigiéndose a la castaña en el asiento de al lado.

—Sí. —Respondió, evitando sacar más charla.

—¿Cuánto? —Preguntó Sunset.

—No lo recuerdo.

—¿Y con quién? Yo he venido años anteriores con Trixie y a veces con Rainbow. —Mencionó, sacando más charla.

—Bien.

La peliroja la miró con confusión ante sus respuestas, pronto entendió el motivo.

—Si no quieres hablar, está bien. —Dijo, aceptando los hechos.

Por alguna extraña razón, La máquina no encendía. Por lo cual, los que supervisaban pidieron disculpas y también pidieron que esperen unos segundos más, los cuales fueron suficientes para que Sunset no soportara el incómodo silencio.

—Juguemos a responder preguntas con mucha sinceridad. —Propuso Sunset, sin ver reacción de su contraria. —Si te besara ahora mismo, ¿me odiarías?

La castaña abrió sus ojos de golpe, justo la gran montaña rusa empezó a avanzar y funcionar. No quedó reacción y ninguna se podía mover.

Simplemente siguió. Sunset se divertía con el juego, sin embargo, a Twilight le molestó. No sabía qué.

Finalmente, la montaña se detuvo, la mayoría de pasajeros estaban alegre, otros asustados, pero Twilight, ella estaba confundida.

Sunset se desabrochó el cinturón, intentando pararse de aquel pequeño sitio. Miró a la castaña aún pensativa y la besó. Simplemente, fue algo rápido, algo que Sunset disfrutaba pero que no podía seguir pasando.

—Maldita estúpida...—Dijo la castaña al ver como aquella peliroja salía del sitio con diversión.