Aquella castaña rodaba los ojos al notar las fallas de aquella peliroja tratando de anotar un gol. A leguas podía notar que era mala en fútbol.
Finalmente la práctica terminó, al notar esto la castaña abre su libro, tratando de parecer concentrada para pasar desapercibida por la peliroja, la cual de todas maneras la ve y se acerca.
—Con que viniste a verme entrenar. —Dijo, apartando el libro de la vista de la castaña.
—Claro que no, vine a apoyar a Pinkie Pie, no a tí. Puedo deducir que eres bastante mala, ¿qué haces aquí?
La peliroja rió con sarcasmo.
—Lo dices como si tú hubieras jugado algún deporte alguna vez. Seguro no puedes hacer nada de lo que yo hice.
La castaña sonrió. —De hecho, tengo dos medallas en fútbol, una en voleibol y dos en gimnasia.
La peliroja la miró interrogativa.
—¿Y dé dónde? ¿de la secundaria?
—Dos son internacionales, una nacional y pues las otras sí lo son. —Dijo con orgullo.
—Siempre te veía en libros, pensaba que sólo ese era tu enfoque.
—Sigues creyendo y pensando cosas, segundo lugar. —La peliroja frunció el ceño ante el apodo. —¿Qué pasa? ¿No te gusta que te vuelva a llamar así?
—Como sea que me llames, no importa. Además, yo soy buena en deportes, simplemente el fútbol no lo suelo frecuentar. —Dijo.
—Como sea, deberías ir a bañarte de una vez por todas. Sigues sudando. —Mencionó, observando por unos segundos el cuerpo de su contraria.
Bajó su mirada desde su rostro hasta su camisa, la cual por lo húmeda que estaba se pegó a la piel, mostrando con más claridad la silueta de la peliroja. No pudo evitar un leve sonrojo.
—Vaya, si tanto me deseas puedes decirlo. Ya no sabes ni cómo ocultarlo. —Dicho comentario hizo reír a la castaña.
—Sí, claro. —Dijo con sarcasmo.
Recogió su libro y se puso de pie, dispuesta a abandonar el lugar.
—¿Te das cuenta de que siempre huyes de mí? ¿Tienes miedo de quedarte a solas conmigo? —Cuestionó la peliroja, haciendo detener a Twilight de golpe. —Como sea, que cobarde. Iré a ducharme.
La castaña se volteó, observando a la peliroja alejándose con dirección a las duchas.
—¿Viste los goles que anoté? Soy de primer año pero pronto seré muy buena. —Dijo la pelirosa. —¡Que divertido!
—Pinkie, sosten esto. Nos vemos más tarde. —Dijo, entregándole el libro que tenía en las manos y saliendo corriendo hacia una dirección en específica.
—Está...¿bien? —Dijo al ver el libro en sus propias manos, para después retirarse con brincos del lugar.
Twilight entró al lugar donde van a ducharse después de entrenar. Por suerte, no había nadie en ese sector, pero pudo escuchar que el de al lado estaba casi lleno.
Pronto pudo localizar en dónde se encontraba aquella peliroja y con rapidez abrió la puerta para cerrarla nuevamente y trancarla de espalda.
—¡Mierda, Twilight! —Exclamó con sorpresa.
—Apuesto a que no te lo... —Se volteó, mirando al cuerpo semidesnudo en su delante. —esperabas... Aam... recordé que llego tarde a... —Dijo con nervios, intentando abrir la puerta, lo cual de los nervios no pudo.
—¡Ja! Te ves adorable cuando estás nerviosa. —Dijo la peliroja, haciendo enojar a la castaña.
—No estoy nerviosa. —Afirmó.
—Ay... —Se acercó a su rostro, tomándola del mentón. —¿En serio?
Twilight tragó en seco.
—C-claro...
Sunset se alejó un poco.
—Bien, entonces, ¿Quieres ducharte conmigo? —Preguntó sin nervio alguno.
—¿Qué?
—¿Tienes miedo de que te ponga nerviosa?
—¡No! —Exclamó, pronto tapándose la boca. —Digo... no. —Dijo ahora en tono más bajo.
Observó como aquella peliroja terminaba de quitarse las pocas prendas que le quedaban.
En su interior admitía que más que nada le parecía vergonzoso, sí, estaba nerviosa, pero ante Sunset Shimmer nunca admitiría algún sentimiento o emoción que la haga ver vulnerable.
—¿Piensas bañarte con ropa?
La castaña se miró a sí misma, era verdad. Esta era la peor parte (tal vez).
Empezó a sacarse la blusa que traía con ciertos nervios, sentía que estaba perdiendo la virginidad y eso la ponía tan nerviosa. Aunque claro, para ella pensar en algo tan íntimo con aquella peliroja era terrible.
Aunque si lo pensaba mejor, sabía cómo y dónde poner en movimiento sus dedos, al menos con lo poco que experimentó con ella pudo notarlo.
La peliroja pronto observó el cuerpo desnudo de la más baja, ocasionando un leve sonrojo. Pero sin verse nerviosa.
Encendió la ducha, sin dejar de admirar el bello cuerpo que tenía delante.
"Maldita seas Sunset Shimmer, no debiste atraerla hasta aquí. No me arrepiento de nada, soy una completa genia."
Pronto ambas miradas toparon, pero no podían dejar de admirar el cuerpo contrario.
"La próxima vez no te seguiré el tonto juego, segundo lugar."
La castaña tragó saliva.
Sin duda no podría mucho más, la tentación para ella era demasiado. En un impulso se acercó a la más alta y la agarró del cuello, mientras que esta en una rápida reacción la agarró de la cintura y la acercó más a su cuerpo. Habían perdido el control y empezaron un desesperado beso, ninguna podía controlarlo.
La peliroja bajó entre besos hasta el cuello de la castaña, dejando chupetones fuertes, para después bajar hasta los senos. Al llegar ahí empezó a besarlos sin control.
—Amgh...
Pasaron minutos y lo único que se podía escuchar en todo el lugar eran; el sonido del agua de la ducha cayendo, los gemidos de ambas mujeres y los dedos de la más alta siendo introducidos dentro de la castaña con total salvajismo.
...
—Te juro que esta será la última vez que sigo tú tonto juego, segundo lugar.
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Y mil veces más. [RariJack]
Fiksi PenggemarRarity era una joven con un único sueño; Ser una diseñadora de moda reconocida, lo cual sus padres no apoyaban. Su único apoyo era su amiga Sugar Belle. Mientras que, AppleJack, una joven con el único deseo de seguir con el negocio de su familia y p...