Parte 48

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Narra Andrea

Miro por la ventana del coche mientras pienso en el cambio que ha dado mi vida en un solo año. 

Fue conocer a Scarlett y todo cambió, a mejor

He aceptado el puesto de profesora, sinceramente eso me tiene bastante nerviosa, jamás he enseñado a nadie en una clase me da un poco de respeto... Pero Scarlett dice que lo haré genial, así que yo creo en ella. 

Hemos alquilado una casa a las afueras de San Diego, una casa de una sola planta, pero grandecita, quiero que tenga espacio para escribir y que no se agobie en ninguno. 

- Paro en la siguiente gasolinera, me hago pis- habla de repente y me rio

- vale- contesto mirando la hora en mi móvil

Es un poco locura, pero hemos decidido ir en coche hasta San Diego, son varios días, pero mi coche prácticamente es nuevo y no íbamos a comprar otro para estar allí, así que nos turnamos para conducir y pasamos la noche en cualquier motel decente. 

Pocos minutos después nos encontramos con un área de servicio en Illinois, no llevamos ni la mitad del viaje. 

Scarlett se baja rápido y prácticamente corre al baño. 

Sonrío, esta mujer me encanta. 

Me bajo y estiro un poco las piernas, camino dentro de la gasolinera para reponer algo de comida y llenar el tanque de gasolina. Veo a un niño pequeño agarrar un papel del suelo y llevárselo a la boca

uhg, si supiera las bacterias que tiene eso

pago con tarjeta y camino a echar la gasolina. Scarlett sale con una sonrisa enorme del baño y camina hacia mí.

-¿bien?- sonrío mirándola

- uff, genial- se acerca

- te he comprado las galletas blancas que tanto te gustan- me da un beso y sonrío

- gracias- va a agarrarlas ya

Termino de llenar el depósito y cierro el tapón de la gasolina

- ¿seguimos?- pregunto y asiente masticando una galleta

- pero conduces tú ahora- se sienta rápido y camino al puesto del conductor, me siento y cierro la puerta, me estiro a abrir la guantera y agarrar mis gafas de sol. 

-qué sexy- sonrío

- lo justo- contesto y arranco el coche

literalmente estamos en medio de la nada, hay algo de verde a nuestro alrededor y pocos coches. 

Dejo mi mano en su muslo, y conduzco por horas y horas. 

...

Está anocheciendo y hemos tomado la decisión de conducir toda la noche hoy, solo hoy, por la noche hay menos gente y digamos que puedo ir a más velocidad... 

Siento las caricias de Scarlett en mí nunca, es su aportación mientras conduzco y la verdad que me encanta. 

Lleva su mano a mi oreja y eso solo significa una cosa...

- Amor- hablo mirando al frente

- mhm- contesta

- ¿Qué pasa?- pregunto girando mi cabeza unos segundos y acercando mi mano mas a la parte interior de su muslo

- nada- se abre un poco dejándome hueco

joder

- no mientas- toco con mi pulgar su entrepierna muy sutilmente

Alma rotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora