▫️¿Teacher?📃✒️▫️| Minsung

<~Extra 1~>

Lee Min-hyun y Lee Baek-hyun, caminaban tomados de la mano de sus dos padres, hoy entraban al Kinder de niños por primera vez y no podían estar más que felices.

–Amores de mi vida, es hora de dejarlos aquí–habla Minho con demasiado orgullo en su pecho que creía que en cualquier momento lloraría.

–¿Papi, no nos acompañaras?–pregunta Baek mirando a su papá Alfa con aquellos ojos grises que hipnotisaban a cualquiera.

–Pequeño, yo no podré–se gacha a su altura y acaricia un cachetito regordete que poseía–pero hay alguien que si puede–se vuelve a incorporar y ve a la señora que venía sonriente.

–Buenos días señores Lee–da una pequeña reverencia y luego ve a los niños que la veían con una sonrisa–ellos deben ser sus hijos ¿No?–

Ambos padres asienten.

–Bien, pronto tocará el timbre–avisa la señora pelinegra.

Han al igual de Minho se agachan y abrazan a los gemelos.

–Vendremos a recogerlos pronto ¿Si?–dice Jisung dando un beso en la mejilla de Min-hyun quien ríe por eso.

–Si, y pórtense bien–Lee dice aborde del llanto.

–¿Vamos?–pregunta la pelinegra agarrando las manitos de los niños.

–Si–dicen los dos–Adios papi–

Cuando cerraron las puertas el mayor tomó al Omega entre sus brazos y oculto su rostro entre el cuello.

–¿Que pasa?–el más bajo acaricia el pelo y la espalda de su amado esposo...

Escucha como sorbe su nariz para después alejarse de ahí con los ojos y mejillas húmedas.

–No puedo creer que mis niños ya estén en el Kinder, además ya están un poco más grandecitos–dice entrelazando su mano con la de Jisung.

El Omega sonríe, no sabe porque pero Lee ha estado así de sentimental, desde que le aviso que era hora de llevar a los cachorros al jardín de niños se ha puesto así.

–Yo tampoco Minhonnie, pero esto es parte de su vida–con su pulgar elimina una lágrima que estaba en la mejilla del mayor para después darle un pequeño beso en sus labios.

–¿Ya te dije lo mucho que te amo?–dice el Alfa sonriente separándose para empezar a caminar agarrado de la mano del menor.

–Me lo dices todas las mañanas–

Y era verdad, cada vez que se levantaba era despertado por dulces besos y aquella frase dice por esa voz ronca y mañanera.

Se subieron al auto y fueron hasta el hospital, irían a visitar a la madre de Han.

•

Después de la visita de la mamá del Omega, fueron a la casa en que ahora vivían.

–Amor, ¿Te sientes bien?–pregunta de repente Minho cerrando la puerta detras de el, sabe que la visita fue algo interesante, a lo que se refiere esque: estuvieron hablando con ella y entra el doctor el que la atendía y dijo que gracias a los medicamentos pudieron controlar más su ritmo cardíaco, a lo que ya no era tan necesario tenerla internada con varios medicamentos conectadas a su brazo, osea que le daria de alta, solo que aún debería tomar las píldoras que mantienen controlado su corazón y visitas al cardiólogo de vez en cuando.

–Demasiado bien...–sonrie cálidamente al recordar nuevamente las palabras del médico.

–Ya quiero que le den en alta–deja las llaves en un mueble de la casa y va hacia el sofá para sentarse en ella.

–Yo igual–va igualmente al sofá y se sienta encima de Lee poniendo cada pierna al lado de la cadera y acomodar sus brazos alrededor del cuello de su Alfa.

–¿Y ahora?–mira a los ojos de su Omega y pone sus manos en la cintura de el.

–No lo se–susurra para después besar los labios suavemente de Minho.

Ambos disfrutaron de aquel beso que cada vez se volvía uno más deseado llevándolos a la habitación que compartían como esposos, ambos cuerpos se convirtieron en uno, no se podían separar eran como una llave y un candado, como el oso y la miel, como la abeja y la flor. Solamente se dejaron llevar por su amor, en donde el mayor embestía con brutalidad el interior húmedo y pegadiso de Jisung, quien solo se dejaba hacer cualquier cosa que su querido esposo le ordenará, ambos disfrutaban de lo placentero y delicioso que se sentía tener sexo, los llevaba al paraíso y tocaban con desesperación las estrellas queriendo llegar más allá. Y así como lo decían, los dos llegaron al maravilloso orgasmo sintiendo una ola fuerte de corrientes en sus vientres, dejando que el Alfa soltará toda su semilla en la cueva del pelinegro y que este se corriera en abundancia sobre su pecho soltando en un grito el nombre del castaño.

–¿Otra?–pregunta un jadeante ojimiel, haciendo sonreír al más alto quien lo puso encima de el preparándose para lo que venía.

Realmente tenían un vida sexual muy activa.

Holaaaa
Primer Extra!😄😄😭
Espero que les aiga gustado el cap
Nos vemos!!❤️